Visitamos la ciudad de Jiva como parte de nuestro viaje de una semana por la República Centro Asiática de Uzbekistán (aquí os dejo el enlace por si queréis ver el viaje al completo y diversas informaciones sobre el país), nos alojamos dos noches en está ciudad que parece sacada de los relatos de las mil y una noches en mitad de dos desiertos.
Algunos datos sobre Jiva o Khiva
En este enclave dicen que es donde el hijo de Noé, el del arca de los animales, llamado Sem, cavó los primeros pozos de agua Keivah, algo muy necesario en estos lares pues la ciudad se encuentra entre los desiertos de Kara-Kum y el Kizil-Kum, con el privilegio de tener el río Amu Daria pasando por sus cercanías.
Originalmente Jiva era un oasis donde se detenían las caravanas que realizaban la llamada Ruta de la Seda, pudiendo aprovisionarse para seguir con su camino a través de los desiertos. Fue la antigua capital de la región histórica de Corasmia hasta principios del siglo XX, así como del Kanato de Jiva entre 1512 y 1920.
Nos comentaron que su clima es de los más extremos del país pasando de unas temperaturas máximas en Julio de 50 grados centígrados a -25 grados en invierno.