Ruta por Túnez en 4×4

Diez días recorriendo este maravilloso país del Norte de África, una primera parte de ruta en 4×4 y una segunda parte disfrutando de las playas y alrededores de Hammamet. Este es otro de los diarios que me habían quedado pendientes de pasar al blog, el viaje lo realizamos un par de años antes de que se produjeran las revueltas de la primavera árabe.

La Caravana de 4×4

Para organizar el viaje estuvimos valorando durante varios días las opciones de hacerlo por nuestra cuenta y riesgo o contratarlo con un turoperador, pero al tratarse de un país en el que no lo teníamos demasiado claro si seriamos capaces de cuadrarlo todo, estuvimos varias semanas dudando en como organizarlo.

Además teníamos el añadido de que nos hacia ilusión hacerlo en un vehículo 4×4, habíamos leído que, en este caso, recomendaban hacerlo con un conductor local, pues las señalizaciones de las carreteras en Túnez son bastante deficientes, así que al final decimos contratarlo todo con un turoperador.

Un poco de información sobre Tunez : 

Moneda: el dinar tunecino, que equivale a 0,31 euro.
Cuando ir : La temporada idónea son primavera y otoño, aunque nosotros fuimos en pleno verano, con el inconveniente del calor extremo en el Sur del país.
Documentación y visados : el pasaporte en vigor, con una validez mínima de 6 meses, no hace falta visado.
Tarjetas: en las zonas turísticas las aceptan casi en todos lados, pero siempre es interesante llevar algo de metálico para las zonas más rurales..
Teléfono:  el roaming funciona con todas las compañías telefónicas españolas, pero los precios son altos, así que te recomiendo que adquieras una tarjeta prepago SIM de una compañía tunecina.
Internet: hay Wifi en bastantes lugares, cafés, en hoteles, bibliotecas, el aeropuerto…
Seguridad: hay que ir con precaución en los lugares de acumulación turística y con algunos timos en los precios.
Vacunas: No es obligatoria ninguna vacuna de momento.
Electricidad: voltaje de 220 Voltios, con los mismos enchufes que en España.
Diferencia horaria: Una hora menos que en España.

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Teléfono y datos móviles

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Visita guiada por Túnez

Tour por el Museo del Bardo y la Medina de Túnez

Excursión a Monastir y El Djem

Día 1 – Barcelona / Túnez / Sousse

El vuelo lo realizamos con Tunisair, que dispone de vuelos directos desde Barcelona, para nosotros es primordial evitar en lo posible las escalas, aunque en este caso no nos sirvió de mucho, actualmente también Vueling dispone de vuelos directos a muy buen precio. Nuestro vuelo salía a media tarde de Barcelona, fue un vuelo bastante corto, tan solo una hora y media hasta Túnez capital, pero al llegar allí, una vez pasados los controles aduaneros nos subimos al autobús y nos tuvieron esperando parados en el aparcamiento del aeropuerto casi dos horas hasta que llegó el vuelo procedente de Madrid, para así salir todos juntos, fue una autentica pesadez, ya que no nos dejaban bajar del autobús.

Tunez – Sousse

Una vez llegaron los viajeros madrileños, por fin nos pusimos en marcha hacia la ciudad de Sousse o Susa, que es donde teníamos reservado el hotel, un trayecto de más de dos horas, por lo que llegamos al hotel entre unas cosas y otras, pasadas las 12 de la noche, nos dieron para comer cuatro pica pica y a dormir. Encima nos dicen que al día siguiente hay que salir temprano, ¡¡ a las seis de la madrugada !!, total que apenas dormimos cuatro horas.

Día 2 – Sousse / El Djem / Matmata / Oasis Ghilane

Sousse

Al salir tan temprano, aún no habian abierto el restaurante para poder desayunar, menos mal que tuvieron el detalle de prepararnos un pequeño picnic para poder comer alguna cosa durante la mañana.

En el aparcamiento nos estaba esperando el que sería nuestro transporte durante la primera semana, un inmenso Toyota Land Cruiser de siete plazas, con su amable conductor al volante, en esta ocasión viajábamos junto a una pareja de amigos nuestros con su hija, éramos seis en total, así que todo el 4×4 para nosotros, más el conductor claro.

En ruta

Cargamos las maletas en la baca del todo terreno y nos pusimos en marcha, el convoy lo componían un grupo de cinco todoterrenos, los cuales haríamos el recorrido conjunto de esta primera parte del viaje. Durante los primeros kilómetros de ruta, como era de suponer, estuvimos unos y otros dando cabezazos intentando dormir un poco más, para intentar recuperarnos de la falta de sueño del día anterior.

Sousse – Oasis

Pasados unos cincuenta kilómetros uno de los todo terreno sufrió un pinchazo, obligándonos a parar durante un cuarto de hora para su reparación, la verdad es que algunos de los neumáticos de los vehículos estaban en las ultimas, pidiendo a gritos sus sustitución.

Anfiteatro de El Djem

Anfiteatro El Djem

La primera visita del día fue el Anfiteatro de El Djem, también llamado coliseo de Thysdrus, considerado el mayor anfiteatro de África, fue construido en el año 238 d.C.. Está en bastante buen estado de conservación, por algo es el monumento romano más conocido del país.

Anfiteatro El Djem

A pesar de que era temprano, el sol empezaba a incidir sobre nosotros, obligándonos a hidratarnos constantemente, es el inconveniente de viajar a estos países en pleno mes de Agosto, pero en nuestro caso nos era difícil poder viajar en otro momento ya que las vacaciones las solemos tener en este mes.

Matmata

Una vez completada la visita del anfiteatro emprendimos la ruta hacia Matmata, situada cerca de la ciudad de Gabès, a unos 355 kilómetros de Sousse.

Matmata

En mi caso me hacia especial ilusión poder visitar la zona, ya que en estos parajes se rodaron varias escenas de Star Wars, película que me marcó profundamente desde que, en aquel lejano 1977, la vi en el desaparecido Cinerama Nuevo de Barcelona.

Matmata

Visitamos una de las casas trogloditas construidas en grandes agujeros bajo tierra, muy similares a la que era el hogar de Luke Skywalker en la película, aquí me lleve algo de desilusión pues pensaba que visitaríamos exactamente la que salía en la película, pero no fue así, en cambio unos amigos que fueron un año después si que visitaron la original del film, que actualmente es el hotel de Sidi Driss.

Casas trogloditas

La parte positiva fue que en esta casa pudimos almorzar en una de las salas que dan al encalado patio central, una de las ventajas de estar bajo tierra es que se mantienen a una temperatura bastante agradable todas las habitaciones y salas.

Una vez terminamos de almorzar visitamos otra casa troglodita parecida a la anterior, pero en la que todavía vivían sus propietarios, donde nos mostraron todas las estancias. Fue muy curioso cuando subimos a la parte de arriba, sobre el terreno, desde donde pudimos ver en la llanura varios circulos de color blanco excavados en la tierra y cada uno de ellos era una vivienda.

Casas trogloditas

Nos pusimos otra vez en ruta para dirigirnos hacia el desierto, donde teníamos reservada una jaima (haima) para pasar la noche rodeados de las dunas. Llegó un momento en que se terminó la carretera asfaltada y empezamos a circular por largas pistas polvorientas, con algún que otro bache que nos hacia rozar el techo con la cabeza, aquí los conductores se lo pasaron pipa.

Oasis Ghilane

Hicimos una corta parada en mitad de la nada donde había un lavabo por si alguien tenia una urgencia, fue muy curioso pues era una construcción de 6 m2 em mitad del desierto.

Parada en mitad del desierto

Todavía nos quedaba una hora más por pistas, así que proseguimos ruta hacia el oasis Ghilane, justo antes de llegar casi todos los 4×4 se quedaron atascados en la arena, por lo que tuvimos que recorrer los últimos metros hasta el oasis a pie.

Oasis Ghilane

El lugar era de lo más bucólico, un oasis repleto de palmeras con un edifico tradicional de obra y una torre vigía rodeada de jaimas, eso sí con todas las comodidades, ¡¡wc y aire acondicionado!!, situado en mitad de un mar de dunas junto al parque nacional Jebil, además disponía de una gran piscina, que más se puede pedir.

Al subir a la torre de vigía pudimos ver el mar de dunas hasta donde nos alcanzaba la vista, nos quedamos embelesados con tan bellas imágenes que nos quedaron grabadas en nuestras retinas. Cenamos un sabroso menú tradicional, finalizando el día tomando un té bajo las estrellas.

Día 3 – Oasis Ghilane / Ksar Hadada / Douz

Oasis Ghilane

Nos despertamos muy temprano para poder ver el amanecer desde la torre de vigía, o sea que a las 5 de la mañana ya estábamos en lo alto de la torre, el amanecer fue espectacular, en esta ocasión no nos pasó como en Marruecos donde habian nubes bajas, aquí si que pudimos ver la salida del sol al completo, con sus diferentes tonos de color al iluminar las dunas, curiosamente fuimos los únicos que nos levantamos para ver el amanecer.

Amanecer en el oasis Ghilane

Satisfechos con las preciosas imágenes que nos había dejado el amanecer, regresamos a la jaima hasta la hora del desayuno. Al ser los primeros en desayunar dispusimos de algo más de tiempo que aprovechamos en hacer un corto recorrido paseando sobre las dunas.

Dunas en el oasis Ghilane

Chenini

Salimos el grupo completo de 4×4 hacia nuestra próxima visita, que fue el pueblo bereber de Chenini, actualmente en ruinas, situado en el distrito de Tataouine,  esta población se construyó en la parte más alta de una colina, para estar protegido de las incursiones, las construcciones más antiguas datan del siglo XII.

Chenini
En ruta

Ksar Hadada

Proseguimos hacia Ksar Hadada, donde se rodó en Julio de 1997 buena parte de la película Star Wars Episodio I, representaba la ciudad de Tatooine en la película.

Oasis – Ksar Hadada – Douz

Como podéis imaginar, a mi hijo y a mí, nos hizo especial ilusión recorrer las estrechas calles flanqueadas por los antiguos almacenes de grano bereberes llamados ghorfa, apilados unos sobre otros llegando a alcanzar los cuatro pisos de altura. Durante la visita recorrimos el interior de varios de ellos, pudiendo subir también hasta las terrazas superiores, donde hicimos unas fotografías desde una perspectiva más alta.

Ksar Hadada

Gabès

Terminada la visita de Ksar Hadada nos desplazamos en los coches hasta Gabès, a unas dos horas, para visitar el Mercado de Jara, también llamado mercado de las especias,  donde pudimos ver una gran variedad de productos artesanales, especias de todo tipo y la gran especialidad de la ciudad, la Henna, que es el polvo con el que hacen la mujeres el tinte para decorarse manos y pies con originales dibujos. Junto al mercado visitamos la parte exterior de la Gran mezquita de Jara .

Mercado de Jara

Douz

La última actividad del día era contemplar al puesta de sol montados en dromedarios, para ello nos dirigimos hacia Douz «puerta de entrada al Sahara«, a unas dos horas por carretera y desviándonos por unas pistas de tierra que atravesaban unas dunas, con la mala suerte que en un momento dado nuestro 4×4 se quedó atrapado en la arena, cuando por fin se liberó de la trampa de arena, nuestro conductor se perdió por las dunas, por lo que tuvimos que detenernos para que pudiera llamar por teléfono al convoy y lo orientaran correctamente, como os podéis imaginar vimos la puesta de sol perdidos en el desierto.

Perdidos en el desierto

Cuando por fin encontramos la zona de los dromedarios hicimos el recorrido cabalgando al atardecer, a pesar de esto, la ventaja fue que estábamos los seis solos, haciendo la experiencia más exclusiva.

Como fuimos los últimos en realizar la ruta en dromedario, llegamos ya de noche al hotel de Douz, donde cenamos y nos tomamos unos refrescos en la terraza junto a la piscina para disfrutar de la agradable temperatura de la noche.

Día 4 – Douz / Chott el Djerid / Chebika / Tozeur

Douz -Tozeur

Chott el Djerid

Salimos bastante temprano en convoy todos los 4×4 en dirección Degache, para cruzar el inmenso lago salado de Chott el Djerid, donde se rodaron algunas de las escenas de Star Wars y también del paciente Inglés.

Chott el Djerid

Nos detuvimos en mitad del lago para poder observar la inmensa llanura completamente plana del «lago», aunque se podría pensar que podía ser parecido al salar de Uyuni, no es así, debido a la arena que arrastra el viento, que hace desaparecer el color blanco de la sal, tiñéndolo todo de color ocre.

Chott el Djerid

En la zona donde nos detuvimos encontramos varias paradas de comerciantes, vendiendo rocas de sal de variados colores, junto a ellos habian construido una montaña de sal con la bandera de Túnez en la cima para atraer a los turistas. En algunas de las paradas tenían letreros que tenían escrito en castellano «Más barato que en carrefour» lo que me hizo bastante gracia, se las piensan todas estos tunecinos.

Chebika

Oasis de montaña de Chebika

Tras atravesar el lago salado nos dirigimos hacia el oasis de montaña de Chebika, situado al pie de las montañas del Djebel el Negueb. Para poder llegar recorrimos un largo tramo por pistas de tierra que cruzaban una zona desértica hasta que de pronto aparecieron miles de palmeras, es sorprendente el cambio que hicimos tan radical, pasamos de una tierra completamente árida a otra repleta de palmeras, a pesar de ello hacia un calor horrible.

Oasis de montaña de Chebika

Iniciamos el recorrido a pie ascendiendo en dirección al antiguo pueblo actualmente abandonado, construido mayoritariamente en adobe y en bastante mal estado de conservación, casi ninguna de las casas disponía de tejado.

Chebika

Una vez llegamos a la parte más alta por encima del pueblo, tuvimos unas excelentes vistas de todo el oasis, eso si, estábamos chorreando de sudor, incluso alguno de los viajeros se marearon por golpes de calor. Descendimos por unas escaleras que nos llevaron hasta el fondo de la garganta, junto a una pequeña cascada formada por el riachuelo, Uad Khanga, que es el que riega todo el gran palmeral.

Oasis de montaña de Chebika

Fue de agradecer poder regresar por fin al vehículo para refrescarnos un poco, pues este día hacían un calor infernal. Nos dirigimos hacia Tamerza o Tamagzha, para visitar sus famosas cascadas.

Tamerza

Una vez en las cascadas de Tamerza, recorrimos la zona visitable de las sorprendentes cascadas en mitad del desierto,  donde hasta el año 1969 hubo la población de Oued El Horchane, pero unas lluvias torrenciales destruyeron la población teniendo que trasladarse sus habitantes a otra zona más protegida. El camino hasta las hermosas cascadas de cuatro metros de altura, está repleto de tenderetes de venta de recuerdos, como suele ser habitual en los puntos más turísticos de Túnez.

Cascadas de Tamerza

Tozeur

Siguiente destino, la ciudad de Tozeur,  capital de la gobernación del mismo nombre, situada muy cerca de la frontera con Argelia y considerado el oasis más grande de Túnez.

En su inmenso palmeral se producen la mayor parte de los dátiles que exporta el país, de la exquisita variedad  “deglat en nur”.

Nos llevaron hasta Nefta, a unos 20 kilómetros de Tozeur, donde teníamos reservado el hotel Caravanserail : http://www.hotel-caravanserail-nefta.vivehotels.com/es/ . Disfrutamos de un agradable baño en su piscina, después de soportar tanto calor fue un gran alivio para nuestros cuerpos. El hotel es bastante sencillo pero correcto.

Al atardecer, cuando la temperatura había descendido un poco, hicimos un recorrido en calesa hasta la zona de los palmerales de Tozeur, donde pudimos visitar y degustar los cultivos de los famosos dátiles deglat en nur, haciéndonos una demostración de como escalan las palmeras para su recolección.

Recolección de dátiles

Por la noche nos llevaron a cenar al Planet Oasis Tozeur, un recinto al estilo a los de Marruecos, donde disfrutamos de varios espectáculos tradicionales tunecinos y de un variado menú de platos autóctonos. No faltó el encantador de serpientes ni el baile final con todos los turistas danzando.

Tour por los escenarios de Star Wars : https://www.civitatis.com/es/tozeur/tour-star-wars/?aid=11064

Día 5 – Tozeur / Metlaoui / Kaïrouan / Hammamet

Tozeur

Iniciamos la visita a la ciudad de Tozeur bastante temprano para intentar evitar el sofocante calor, recorrimos la medina admirando su curiosa arquitectura de ladrillo visto con el que están construidos la mayoría de edificios, nos comentaron que es un estilo único de Tozeur y Nefta.

Tozeur – Hammamet

Al llegar a la mezquita El-Ferdous observamos como en su fachada los ladrillos forman dibujos geométricos al igual que en su altísimo minarete, el cual es visible desde toda la ciudad, lástima que sólo los musulmanes pueden visitar el interior de la mezquita y su minarete.

Tozeur

Metlaoui

Nos desplazamos con los 4×4 hasta Metlaoui o Al-Mitlawi, donde nos embarcamos en el colorido tren Lézard Rouge que significa lagarto rojo, para hacer un recorrido por los hermosos valles del desierto y del cañón de Seldja, el tren fue construido en Francia a principios del siglo XX para el Bey de Túnez, usándose en sus inicios para transportar el fosfato de las minas descubiertas que había en esa zona.

Tren Lézard Rouge

Al subir al tren nos encontramos con un interior lujosamente equipado, con cómodas butacas acolchadas de terciopelo granate, situadas frente a grandes ventanales para que no nos perdiéramos ni un detalle del paisaje.

Vistas de los Cañones desde el tren Lézard Rouge

La duración del trayecto fue de una hora y tres cuartos, deteniéndose un par de veces para que los turistas pudiésemos hacer todas las fotografías de las estrechas gargantas que quisiéramos, una trayecto en tren muy recomendable. Más info : https://www.lezard-rouge.com/train-lezard-rouge.html .

Kaïrouan

Finalizada la excursión con el lagarto rojo, nos desplazamos hacia Kaïrouan, a casi cuatro horas de Metlaoui, trayecto que aprovechamos para echar una cabezadita meciéndonos con los vaivenes del todoterreno.

Una vez en Kaïrouan, considerada por los musulmanes suníes la cuarta ciudad santa del Islam tras La Meca, nos llevaron a visitar un taller con telares para la confección de tapices y alfombras, al terminar la demostración, como es costumbre, pasamos a una gran sala donde nos mostraron infinidad de alfombras, por si alguno de los viajeros estaba interesado en comprar alguna de ellas.

Final de la ruta con el 4×4

Al salir del taller, visitamos la impresionante Mezquita de Uqba una magnífica fortaleza de nueve mil metros cuadrados de superficie total y construida en el año 670, está considerada una de las más grandes del norte de África.

Recorrimos la gran medina rodeada por tres kilómetros de murallas con hasta diez metros de altura, pasando frente a la mezquita de Ibn Jayrun, o mezquita de las Tres Puertas, el Mausoleo de Sidi Amor y la Mezquita del Barbero que no visitamos por falta de tiempo, pues teníamos que llegar a media tarde al hotel de Hammamet donde nos alojaríamos los días restantes del viaje.

Día 6 – Hammamet

La ciudad de Hammamet a orillas del mar Mediterráneo, repleta de jazmines por todos los lados, que según dicen, trajeron los tunecinos del Al-Ándalus y conocida localización del rodaje de Indiana Jones En busca del Arca perdida (representaba El Cairo en la película), sería nuestro campo base para la siguiente semana.

Dedicamos este primer día al completo en la ciudad para visitarla. Tras el desayuno y un relajante baño en la playa del hotel, nos tomamos el día con bastante tranquilidad, salimos hacia la playa de Hammamet, situada junto a la medina amurallada, paseamos por los alrededores de la muralla observando el mar y el vaivén de las embarcaciones que pasaban frente a nosotros, en algunas de ellas tenían instaladas barbacoas donde empezaban a preparar un seductor almuerzo a base de pescado fresco.

Hammamet

A continuación recorrimos el interior de la medina, originaria del siglo XV, recorrimos sus laberínticas y encaladas de calles, donde nos encontramos con decenas de tiendas de artesanía y recuerdos totalmente orientados al turismo, se nota que ya hace bastantes años que están recibiendo turistas en Hammamet. En una de la tiendas de artesanía permitían subir a la terraza, que era muy similar a la que usaron en la película del arca perdida, con unas vistas espectaculares sobre la medina con el mar de fondo. Recomiendo pulular aleatoriamente por las callejuelas, donde podréis disfrutar de encantadores rincones.

Hammamet

Comimos en uno de los restaurantes de la medina y a media tarde pensamos sería buena idea ir a un Hamman, donde me pegaron una paliza «relajante» un par de tunecinos para tranquilizar los nervios, a las mujeres el masaje fue más delicado, pero con los hombres la verdad es que fueron bastante brutos, supongo que al vernos turistas hicieron el masaje un poco más enérgico de la cuenta.

Hammamet

Al atardecer fuimos a la terraza del café Bab Sidi Bouhdid, un clásico a pies de la muralla de la medina,  como es lógico altamente frecuentado por todos los turistas, nos tomamos un té acompañado de unos dulces árabes, mientras disfrutábamos del atardecer a orillas del Mediterráneo.

Café Bab Sidi Bouhdid
Puesta de sol en Hammamet

Dia 7 – Excursión a los yacimientos arqueológicos de Zaghouan, Thuburbo Majus y Dougga

Contratamos una excursión para visitar estos importantes yacimientos arqueológicos.

Thuburbo Majus

El primero que visitamos fue Thuburbo Majus, que en la antigüedad fue una gran metrópolis, situada a mitad de camino de una vía de comunicación que conectaba las ciudades romanas más importantes del Norte de áfrica. En el siglo II contaba con 10.000 habitantes, donde los más acaudalados donaban preciosos mosaicos a la ciudad para hacer ostentación de sus riquezas.

Thuburbo Majus

Hay varios puntos de interés en el yacimiento, como el Capitolio, la prensa de aceite, los templos de la paz, el de Saturno y el de Mercurio, un anfiteatro y unos baños de verano.

Thuburbo Majus

Dougga

Nos desplazamos hasta el yacimiento arqueológico de Dougga o Thugga, la que dicen es una de las ciudades antiguas mejor conservadas del norte de África, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997. El trayecto desde Thuburbo tuvo una duración de unas dos horas aproximadamente, una vez llegamos a el yacimiento, visitamos las ruinas de esta antigua ciudad de más de 17 siglos de historia, construida sobre una colina a 571 m de altitud, fue la primera capital del reino númida. En ella se encuentran vestigios de varias culturas como la númida, púnica, helenística y romana.

Teatro de Dougga

Algunos de los puntos de interés son el impresionante teatro de Dougga, que tenia una capacidad para más de 3.000 espectadores, el Capitolio de Dougga, un templo dedicado a las divinidades de Minerva, Juno y Júpiter, junto con una gran variedad de mosaicos romanos en las termas del yacimiento.

Dougga

Bajo un sol de justicia realizamos toda la visita, que si bien es muy didáctica, se nos hizo un poco pesada a causa del calor que tuvimos que soportar, me pregunto yo, porque no hay más arboles y zonas de sombra en los yacimientos arqueológicos para no acabar siempre achicharrado por el sol.

Dougga

Finalizamos las visitas en el Templo de las Aguas de Zaghouan, el cual está excavado en la ladera de una montaña, fue construido por orden del emperador hispano Adriano en honor a las ninfas, situado en una zona de manantiales, desde donde se transportaba el agua hasta Cartago a través del acueducto de Zaghouan. Regresamos al hotel de Hammamet.

Excursión privada desde Hammamet : https://www.civitatis.com/es/hammamet/excursion-privada-hammamet/?aid=11064

Dia 8 – Visita a Nabeul – Hammamet

Nabeul

A media mañana cogimos un taxi para ir hacia la ciudad de Nabeul, ubicada a 15 kilómetros de Hammamet, elegimos esta opción por la comodidad y rapidez, tiene un coste de 20€ que compartido vale la pena, evitando así el tener que parar constantemente con el autobús de linea o pagar un tour organizado.

Nabeul

Uno de los lugares más populares de la ciudad es su Zoco o mercado, donde encontramos infinidad de artesanías, desde trabajos en cobre trabajados a cincel, alfarería, cerámicas modeladas y pintadas a mano, etc., visitamos varios talleres donde pudimos comprobar la destreza que tiene los artesanos pintando y modelando la cerámica, en impresionante ver como a mano alzada consiguen una gran perfección en los trazos del pincel, vamos que si lo hago yo quedaría hecha una piltrafa.

Artesanos de Nabeul

Recorrimos la medina que dispone de varias de puertas de entrada todas ellas presididas por bellos arcos trabajados en bajorrelieve.

Regresamos al hotel para almorzar, relajarnos y refrescarnos en su piscina, que es de agradecer cuando viajas a Túnez en agosto.

De relax en el Hotel

Cuando el sol iba aflojando un poco, nos fuimos a un campo de Golf cercano, para que nos enseñaran a realizar un «swing» desde el «Tee» de salida, vaya que no teníamos ni idea de darle a la pelota y queríamos pasar un rato divertido intentándolo, total que arrancamos más césped que lo que le dimos a la bolita, nos lo pasamos estupendamente riéndonos unos de los otros viendo lo mal que lo hacíamos, he de reconocer que nunca más lo he intentado.

Mammamet

Regresamos a la ciudadela de Hammamet para pasear al atardecer, y cuando anochecía nos sentamos en un café para tomar un té chupando una cachimba.

Día 9 – Visita la ciudad de Túnez y Sidi Bou Said

Túnez

Temprano en la mañana salimos en autobús, dirección a la ciudad de Túnez, para dedicar el día completo a la ciudad. La primera visita fue el archiconocido Museo Nacional del Bardo, situado en el barrio del mismo nombre. Nos explicaron que es uno de los museos más grandes del Mediterráneo.

Museo Nacional del Bardo

La visita la realizamos por libre, pudiendo observar una gran variedad de piezas procedentes de varios yacimientos arqueológicos del país, dando testimonio de la gran riqueza y singularidad histórica de Túnez.

Museo Nacional del Bardo

El museo esta ubicado en el antiguo palacio del Bey, fue en el año 1885 cuando el protectorado francés, reconvirtió todos los palacios del Bardo en salas de exposiciones para que pudieran albergar las colecciones arqueológicas y etnológicas del país, dispone de 34 salas, divididas en siete secciones.

Museo Nacional del Bardo

Lo que más nos fascinó fueron la gran cantidad de mosaicos romanos, en excelente estado de conservación, están considerados los mejores de todo el mundo. El horario es de de 9 a 17h, la entrada tiene un precio de : 11 TND. Más info : http://www.bardomuseum.tn/

Finalizada la visita del museo nos fuimos hacia la Medina, una de las más importantes del mundo, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde 1979.

Una vez cruzamos la Puerta de Francia, que separa la Medina de la ciudad nueva, recorrimos las laberínticas calles del casco antiguo repletas de gente con la incesante actividad de los zocos, hay una infinidad de tiendas, durante nuestro recorrido pasamos frente a la mezquita Zitouna y visitamos el  zoco El Attarine.

Hicimos una pequeña pausa para comer y proseguimos nuestro paseo por la interminable Medina. Una vez en la parte nueva o Ville Nouvelle, paseamos por la avenida Habib Bourguiba, pasamos frente a la Catedral de San Vicente de Paul y el precioso teatro municipal e hicimos un breve paseo por  la avenida de París.

Sidi Bou Said

Al atardecer visitamos la población de Sidi Bou Said, situada a unos 20 kilómetros de la ciudad de Túnez, nos contaron que el nombre proviene de un místico llamado Sidi Bou Said, que en el siglo XIII se instaló en esta población quien, una vez fallecido, pasó a convertirse en el santo patrón del pueblo.

Con la agradable temperatura del anochecer paseamos por las encantadoras calles de Sidi Bou Said, casi todas ellas repletas de comercios con coloridas fachadas en blanco y azul, donde venden una gran variedad de artesanías de cerámica, platos de latón grabados con bajorrelieves, etc., al ir subiendo y bajando las cuidadas y encaladas calles con sus puertas y ventanas azules me dio la sensación de estar en una población de las islas griegas.

Fotografía captada de la web de Au bon vieux temps

Para cenar elegimos este coqueto restaurante con unas magnificas vistas, llamado Au bon vieux temps : https://www.aubonvieuxtemps.net/ , donde comimos estupendamente en un agradable ambiente, el cual recomiendo a cualquier viajero que visite está cautivadora población.

Tras la cena seguimos recorriendo las adoquinadas callejuelas dirigiéndonos hacia el autobús que nos llevaría de regreso a Hammamet.

Excursión a Túnez, Cartago y Sidi Bou Said : https://www.civitatis.com/es/tunez/excursion-tunez-cartago-sidi-bou-said/ ?aid=11064

Tour por el Museo del Bardo y la Medina de Túnez : https://www.civitatis.com/es/tunez/museo-bardo-medina-tunez/?aid=11064

Visita guiada por Túnez : https://www.civitatis.com/es/tunez/visita-guiada-tunez/?aid=11064

Día 10 – Mercado de Nabeul – Hammamet

Coincidiendo con el día de mercadillo que es el viernes , regresamos a Nabeul, donde nos encontramos con una gran extensión de paradas de mercadillo, todos los pasillos estaban repletos de gente, eso que habíamos ido medianamente temprano, habian a la venta desde camellos, gallos, artesanías, ropa, motocicletas, frutas y verduras, fue toda una experiencia, tanto olfativamente como visualmente hablando.

Día de Relax

Regresamos a almorzar al hotel y a media tarde seguimos con nuestros paseos por Hammamet, donde hicimos algunas de las actividades típicas turísticas, como el tatuarse nuestros hijos con Henna y volver a tomar té en alguno de sus cafés.

Día 11 – Túnez – Barcelona

Playa del Hotel

Ultimo día en este fascinante país, como nos venían a recoger a media mañana, no nos dio tiempo de visitar nada más, tan solo hacer unas cuantas partidas al billar mientras esperábamos al autobús que nos llevaría al aeropuerto.

He de reconocer que Túnez me sorprendió gratamente, esperaba una presión similar de sus habitantes a cuando visitamos Marruecos, pero no fue así, los comerciantes te insisten un poco, pero nada que ver con Marruecos, podías pasear tranquilamente por las ciudades, fotografiando y filmando lo que quisieras sin tener que estar constantemente pendiente de que te quieran vender algo o ser tu guía.

En cuanto a las visitas, lo que más me gustó fue la zona del desierto especialmente el Oasis Ghilane y Ksar Hadada, aunque sinceramente todo el viaje fue excelente del que guardo un gran recuerdo.

Excursión a Cartago y Sidi Bou Said : https://www.civitatis.com/es/tunez/cartago-sidi-bou-said/?aid=11064

Excursión a Zaghouan : https://www.civitatis.com/es/tunez/excursion-zaghouan/?aid=11064

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