BLANC by Carme Ruscalleda

Blanc Hotel Mandarin Oriental – Puntuación 9

Este año para nuestro aniversario de boda, estuvimos valorando varios restaurantes que nos resultaban atractivos, de entre todos, al final nos decidimos por este restaurante que según dicen está dirigido por la chef Carme Ruscalleda, el restaurante se encuentra en el hotel Mandarin Oriental, en pleno Paseo de Gracia de Barcelona, ofrece varias opciones a la carta , así como una selección de menús especiales. Es el restaurante más económico de los tres de que dispone el hotel, a pesar de ello, tiene mucho encanto.

Elegimos el menú de 49 €, que constaba de cinco platos, bebida, café y dulce a elegir entre todos los pasteles de su carro de postres, más que suficiente, ya que para cenar tampoco necesitamos una gran comida.

Al llegar nos recibieron con amabilidad, si bien nos dimos cuenta de que casi todos los empleados eran extranjeros y hablaban español con bastante dificultad algunos de ellos.

Nos dejaron elegir mesa, así que escogimos una con dos sillones orejeros de mimbre sintético, que estaban en una zona muy tranquila, nos trajeron las cartas, elegimos el menú y al poco rato ya nos trajeron una degustación de panes con aceite de oliva virgen.

Los primeros platos nos los sirvieron bastante rápidos, muy bien presentados y exquisitos, pero cuando llego el momento de los segundos platos tardaron una eternidad en servirlos, eso que solo tenían cuatro mesas ocupadas de todo el restaurante, al final tuvimos que reclamarlos, por fin llego el segundo de mi esposa y un largo rato después el segundo que había pedido yo, para los postres nos trajeron el carro de postres donde pudimos elegir lo que quisimos de una amplia variedad de pasteles.

Para finalizar pedimos unos tés, pero la chica que nos atendió, se le notaba que no entendía demasiado bien el castellano y solo nos ofreció te verde y te rojo, yo le pedí si tenían té de frutos rojos y me dijo que si, pero me trajeron te negro, por suerte paso otro camarero que hablaba bien nuestro idioma y nos pregunto que tal todo, le comente lo del té y resultó que tienen mucha variedad de tés pero la camarera no tenía ni idea, escogí uno de ibiscús y así terminamos la velada.

A parte de las largas esperas y la falta de entendimiento con algunos camareros, las comida es exquisita y el ambiente excelente, aunque dudo que la chef Carme Ruscalleda controle lo que sucede en este restaurante, supongo que tan solo platea los menús y ya está, nada que ver como cuando tenia su propio restaurante de San Pol, lo habíamos podido visitar algunas veces y la atención era muchísimo mejor que en este caso, también hay que decir que el precio del menú fue mucho más alto.

Restaurante muy recomendable para cena romántica.