Navidad en Jordania

Una semana por Jordania en Navidad  

Este año 2018  para las fiestas de Navidad, a diferencia de otros años,  nos planteamos hacer un viaje, así que después de valorar algunas  opciones, decidimos  visitar Jordania, como faltaban muy pocas semanas para las fiestas, contactamos con nuestra amiga de la agencia para que nos diera algunas opciones, ya que prepararlo todo por nuestra cuenta era muy justo de tiempo, lo que teníamos claro era que queríamos un vuelo directo a Amán y por supuesto ver los puntos más interesantes del país.

Aunque queríamos salir el Sábado 22, nos encontramos que los vuelos directos de Royal Jordanian desde Barcelona son los domingos, así que salimos el 23, realmente nos daba igual un día que otro, la única condición era estar en Barcelona el 31 de Diciembre, ya que nuestro hijo tenía planes con sus amigos.

Para la ruta nos dejamos aconsejar por el “receptivo” que aconsejaba a nuestra agencia, según él, al ser de la zona pondría los más relevante del país para visitar en una semana,  aunque una vez en Jordania pudimos comprobar que en el autobús de ruta íbamos con personas de varias agencias, Carrefour, Logitravel, viajes Sinai o sea que de viaje personalizado nada de nada. A parte de que la ruta que nos presentaron, una vez allí, la organizaron de manera diferente.

En nuestro caso lo reservamos con viajes Carrefour, que es donde trabaja nuestra amiga, que lo subcontrató con Tarawa Travel, que lo subcontrató con La Beduina tours de Amman quien lo subcontrató con Jordan Experience que son los que realmente organizaron el viaje, así que con tanto intermediario, es sorprendente que todo fuera correctamente.

Dicho esto, nos preparamos para el viaje.

Del visado de entrada al país se encargo la agencia, si no es así, una vez en el aeropuerto de Amán hay que hacer una primera cola para solicitarlo y pagar 40 Dinares, unos 50 euros y después hacer la segunda cola para pasar los trámites de la frontera con el visado.

Los enchufes son los mismos que en España, así que tan solo nos llevamos un adaptador triple para poder conectar todos los cacharros que llevamos hoy en día, móviles, cámaras de fotos, cámara de video, gopro, etc.

En los día previos al viaje, al leer en los foros nos dimos cuenta que en Diciembre en Jordania hace más frío del que pensábamos, entre 18 grados de día a 5 grados de noche!, incluso en el desierto nos hizo 1 grado por la noche. Menos mal que lo leímos, porque teníamos la idea de que debía hacer una temperatura tipo Canarias.

En cuanto a las vacunas lo preguntamos y nos dijeron que no recomiendan vacunarse de nada.

Una advertencia antes que se me olvide, los taxistas en Amán tratarán de engañarte casi seguro, por carreras de 3 dinares te querrán cobrar 25€, es mejor negociar el precio antes de subir, como ya contaré más adelante a nosotros nos pasó.

También hay que prestar atención al pedir una cerveza, consultad antes el precio porque te pueden pedir desde 10 a 15€ por un botellín tranquilamente, así que invitar a los colegas te puede salir muy caro.

A veces hasta que no empiezas a informarte del país, no te das cuenta de lo poco que sabes de él.

Llegó el día de salida, dejamos el coche en el parking de la T1 del aeropuerto del Prat de Barcelona, previa reserva, como teníamos un bono descuento nos salió por 57€ toda la semana.

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Cuando ya estábamos todos en la cola para el embarque, lo fueron retrasando en las pantallas, al final el vuelo se retrasó casi una hora aproximadamente.

El avión de Royal Jordanian, desde fuera se veía bastante bien, pero una vez sentados los asientos estaban bastante maltrechos, las mesitas plegables no se cerraban, las fundas de los asientos estaban desencajadas y los cabezales con las guías de ajuste bloqueadas, pero bueno mientras nos llevara a Amán ya cumpliría con su función.

El vuelo fue agradable y curiosamente en menos de cuatro horas llegamos al destino. Supongo que le dio caña para recuperar el retraso.

Una vez en el aeropuerto nos esperaba una persona de “La Beduina”, la cual nos señaló la cola correcta donde teníamos que ponernos para pasar el control de pasaportes, ya que, como he comentado antes, ellos habían tramitado el visado.

Después de una corta espera, nos recogió el transporte que teníamos contratado para llevarnos al hotel.

En Amán teníamos el hotel Regency Palas, un teórico cinco estrellas, que si bien, su recepción, servicios, piscina  interior, gimnasio y restaurantes estaban a la altura, la habitación y el baño pedían a gritos una actualización.

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Al llegar ya habían cerrado el restaurante. Como estábamos muy cansados y todavía no habíamos cenado pedimos que nos subieran algo de comer y fuimos a dormir ya que nos teníamos que levantar a las 5:30 para ducharnos, bajar a desayunar y nos pasarían a recoger a las 7h., toma madrugón.

Día 24 de Diciembre

Después de desayunar en un completísimo bufé, nos pasó a recoger el autobús donde nos reunimos con los de todas las agencias, éramos unos 30 más o menos. Una vez en el bus se presentó nuestro guía Omar, tuvimos bastante suerte pues es una persona muy amable que nos aconsejó y ayudó en todo momento.

Nos dirigimos a nuestro primer destino, el castillo de Ajlun , construido en el año 1184, utilizado por Saladino como punto de vigilancia de los alrededores del valle norte del Jordán, con su fabuloso mirador, lástima que una vez allí había bastante niebla  y pudimos ver poco del paisaje.

El castillo está bien conservado o mejor dicho, restaurado en su exterior con un muy interesante interior, que consta de varias salas, almacenes y las torres de vigilancia, es bonito pero no espectacular.

Continuamos ruta hacia la ciudad de Jerash o Gerasa, sus ruinas representan una de las ciudades romanas más importantes y mejor conservadas del próximo Oriente, según estudios, Gerasa ya estaba habitada en el año 3200 antes de Cristo, es impresionante  ver  las grandes avenidas con sus aceras, desagües incluidos y los edificios o lo que queda de ellos en sus laterales, la visita duró un par de horas aproximadamente, menos mal que era invierno porque allí en verano debe ser terrible, sin ninguna sombra en todo el complejo.

Comimos en un restaurante cercano a las ruinas, donde el bufet tenía un precio de 15€, pedimos una limonada con menta que estaba riquísima.

A continuación nos dirigimos a la Ciudadela de Amán, situada en una colina en pleno centro de la ciudad, como estaba atardeciendo y se había levantado un poco de aire empezó a refrescar un poco, la ciudadela tiene los restos de varios edificios y un museo que en una hora lo vimos todo perfectamente, para mi gusto lo mejor son las magníficas visitas de la ciudad que hay desde allí, con sus edificios de color ocre y la bandera gigante al fondo, una de las más grandes del mundo.

Bajamos al teatro romano, que por cierto estaban a punto de cerrar, pero si entras a tiempo te dejan casi media hora más para visitarlo, como estamos en Diciembre los días son cortos y a las 5 ya anochece.

Le dijimos al guía que nos quedábamos en el downtown para pasear por el barrio, por lo que nos dirigimos a las zonas de tiendas, aunque tienen poco interés, casi todo es producto chino, pasada la mezquita entramos en el mercado de frutas y hortalizas que estaba en pleno apogeo, los tenderos gritando a pleno pulmón para atraer clientes y con mucho ajetreo, esto ya me gusto más, aunque según nos explicaron los que viven allí no son Jordanos, son de los países de alrededor. Pasamos por las tiendas de oro y plata que están muy cerca del mercado. Seguimos por la avenida, donde aprovechamos para comprar los típicos pañuelos jordanos, nos costaron 4 dinares cada uno, hay varios modelos de diferentes materiales y acabados.

Decidimos regresar al hotel, pero en ese momento había mucho tráfico y todos los taxis estaban llenos, nos costó bastante encontrar uno libre, cuando por fin conseguimos uno le pedimos que pusiera el taxímetro y nos llevo al hotel y ese fue nuestro error, hay que negociar el precio antes, porque el taxímetro marcaba 25, que representa que eran 2,5 Dinares y el nos pedía 25 dinares, después de discutir un buen rato, le dimos 10 sabiendo que nos estaban estafando, pero estamos de vacaciones y no vamos a complicarnos la vida, si hubiera sido un taxi de Barcelona nos hubiera costado el doble, así que como era Navidad, se llevó su regalo.

Cenamos en el hotel ya que teníamos media pensión. Curiosamente en todos los hoteles tenían todo el día villancicos, pensábamos que al ser musulmanes no celebrarían la Navidad, pero por todos lados habían árboles de navidad y en los centros comerciales villancicos.

Nos fuimos a dormir, ya que al día siguiente tocaba levantarnos otra vez muy temprano.

Día 25, Navidad,

Salimos a las 7h de la madrugada hacia el l Monte Nebo, lugar donde Moisés enseño a los judios la tierra prometida y dicen murió allí a los 120 años, al llegar nos recibió un viento intenso, que molestaba un poco al querer grabar el vídeo, pues era difícil no mover la cámara a causa del viento, las vistas son fantásticas, vimos el mar Muerto, la capital Amman y tras la cordillera de montañas se intuía la ciudad de Jerusalén, digo intuía porque mi mujer si lo veía con el zoom de la cámara de fotos, pero yo no fui capaz de distinguirla en el visor de la cámara de video, el valle que se ve es muy seco, pero con mucho encanto. La iglesia que hay en El Monte Nebo contiene unos bellos mosaicos, ya que en sus suelos habían dos capas de mosaicos de diferentes épocas.

Al salir fuimos a un taller de mosaicos que hay a apenas 500 metros de la Iglesia, es interesante ver sus sistemas de fabricación, dicen todos los artesanos son personas con alguna discapacidad.

Fuimos a Madaba donde está la iglesia Ortodoxa de San Jorge, donde se encuentra el primer mapa mosaico de Palestina, aprovechamos para recorrer algunas calles de población y degustar la exquisitas galletas de sésamo.

Con el bus nos dirigimos hacia el Sur en un recorrido de un par de horas a través del desierto, casi todo por autopista, la cual va paralela a la vía del tren que construyeron los Otomanos en el año 1900, paramos a comer en una área de servicio y continuamos otra hora más para llegar al Castillo de Shobak, el cual lo vimos por fuera, el guía nos preguntó si queríamos subir o continuar hacia la pequeña Petra, como el castillo estaba medio en ruinas decidimos continuar, ya que dicen es mejor ver primero la pequeña Petra y después la Grande, así no te decepciona la pequeña.

Llegamos justo antes del cierre, pero si entras esperan a que hagas tu recorrido tranquilamente, viendo la puesta de sol. La ruinas son muy interesantes y realmente creo que tienen razón en aconsejar ver primero la pequeña, porque después de ver la grande te parecerá muy poca cosa, es curioso que en las ruinas permitan a los locales hacer fuegos y montar pequeños bares, pero supongo son los acuerdos que tienen con la población local. Al final de todo hay unas escaleras donde hay un letrero qué pone la mejor visita del mundo y cuando llegas arriba, no hay ninguna vista solo un bar que es el que ha puesto los letreros, muy buena idea del propietario para tener más clientela.

En la pequeña Petra es donde paraban las caravanas de la ruta de la seda para descansar y también comerciar con sus productos.

Fuimos ya al hotel en este caso era el Grand View, un hotel con unas vistas fantásticas, que según nos contaron había cerrado durante cinco años y ahora lo habían renovado y reabierto, el hotel está bien, pero creo aprovecharon todo el mobiliario anterior y aunque está limpio y recién pintado por dentro, se ve un poco pasado de moda, los servicios son correctos, pero escasos, yo diría que es como un tres estrellas de España como mucho.

Día 26 de Diciembre,  Petra.

Tocaba visita de día completo a Petra, la capital del antiguo reino Nabateo, por fin podremos sentirnos como Indiana Jones en la última cruzada!.

Como nuestro hotel era de los más alejados del centro, nos pasaron a recoger a las 7:30, tras comprar las entradas que tienen un precio de 50 dinares, unos 60 euros, entramos al recinto a las 8:30 de la mañana,  fuimos recorriendo su desfiladero, hay la opción de hacerlo en caballo, pero nosotros preferimos hacerlo a pie, es realmente impresionante, se nota como la inmensa grieta se separó a causa de algún terremoto, para dejar paso a un camino estrecho entre altísimas paredes de piedra rojiza, son un par de kilómetros que no paramos de hacer fotografías y video.

Hasta llegar a un paso más estrecho y oscuro donde se empieza a vislumbrar el Tesoro iluminado al fondo, ni hecho adrede, un recibimiento impresionante.

La plaza frente al tesoro, así se llama la famosa fachada de arenisca, estaba repleta de gente haciendo millones de fotos, con camellos por delante por si algún turista quería hacer algún recorrido con ellos, el monumento es realmente alto, tiene una altura de 13 pisos, dicen que tardaron 80 años en realizar la maravillosa fachada.

Continuamos bajando por la zona de tumbas, hay a cientos, dependiendo de lo importante o rica que era la persona la construían más grande o más pequeña, más adelante nos encontramos con el teatro romano, hasta llegar donde hay los dos únicos restaurantes, se ve que tienen la exclusiva, uno más económico que el otro, 10 y 17€ respectivamente.

Como todavía era temprano decidimos subir al Monasterio, son solo 850 escalones !!, se puede subir en burro, pero los maltratan bastante, así que no es muy recomendable utilizarlos.

La subida es larga pero la recompensa vale  mucho la pena, una vez arriba nos encontramos con el monumento llamado Monasterio, una fachada similar al Tesoro aunque creo es un poco más grande,  lo único es que no tiene grabadas figuras en su fachada. Al estar en alto hay unas vistas magníficas de todo el valle.

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Volvimos a bajar los 850 escalones y nos fuimos a comer en el restaurante económico, que está bastante correcto, no es que tenga una gran variedad, pero suficiente para comer rapidito y seguir con la visita.

Con el estómago lleno nos dirigimos al mirador donde se ve el Tesoro desde arriba, pasando primero por delante de las tumbas de los reyes, que son impresionantes también, la subida es más dura que al Monasterio, o es que estábamos más cansados, no lo sé, con zonas que los escalones están muy desgastados, se me hizo eterna, además veíamos que se nos estaba echando el tiempo encima y no llegaríamos a tiempo para coger el autobús de regreso.

Las vistas son muy bonitas, si, pero a mi parecer es mejor la vista desde abajo, ya que te da más impresión de grandeza.

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Hicimos el camino de regreso hacia la salida con los pies destrozados, casi tres kilómetros en una suave subida, buf, que largo que se me hizo.

Salimos del complejo a las 17:20, como el autobús salía las 17h. ya se había marchado, así que nos fuimos a tomar algo en el bar de un hotel cercano.

Cogimos un taxi para que nos llevara al hotel, que nos costó 14 dinares, ya nos avisaron de que en esa zona eran bastante más caros que en Amán.

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Había la opción de ir a ver el Tesoro de noche a la luz de la velas, que si bien es una foto muy bonita, solo es eso, recorrer otra vez el caminito a la luz de las velas y hacer la foto de la fachada iluminada, tenía un precio de 17 dinares, pero como estábamos muy cansados desistimos de ir.

Cenamos y a dormir que  ya nos hacía falta.

Día 27 de Diciembre

Después de desayunar, nos recogieron para poner dirección al desierto de Wadi Rum, una preciosa ruta por la carretera, antiguo camino de las caravanas que recorrían la ruta la seda y las especias, se llama la carretera de los reyes, un recorrido con bonitos paisajes.

Una vez en el centro de visitantes de Wadi Rum nos subimos a los 4×4 para hacer un recorrido de dos horas por el desierto, que se nos paso en un plis, hicimos un par de paradas, una que tenía unas magnificas vistas del desierto con la rocas de arenisca sobresaliendo de él y otra en una roca donde tenían montada una haima, para hacer una degustación de té, que nos fue bastante bien, ya que se nubló un poco y empezó a lloviznar lo que hizo bajar rápidamente la temperatura.

Como teníamos más ganas de 4×4 contratamos el recorrido complementario de 3/4 horas de la tarde, 20 dinares por persona.

Comimos en uno de los complejos de tiendas, en una haima inmensa, donde nos hicieron una barbacoa que nos sentó estupenda.

Por la tarde hicimos el segundo recorrido en 4×4, esta vez lo hicimos sentados dentro porque empezaba a refrescar, nos llevaron hasta el arco de piedra que sale en varias películas, subimos arriba los que quisimos,  yo me animé pero lo más complicado  fue bajar, ya que tengo algo de vértigo.

Los paisajes de Wadi Rum son todo un espectáculo, no me extraña que los usen en tantas películas. Después nos llevaron a ver la puesta de sol desde una rocas, pero estaba algo nublado, así que no la vimos,  los conductores beduinos nos hicieron un té, calentándolo en una hoguera que hicieron con unas ramas que recogieron de aquí y de allá, parece mentira que encontraran algo por allí.

Regresamos cada uno a sus tiendas donde dormiríamos, la nuestra nos la cambiaron teníamos las Sun City y nos las cambiaron por las Wadi Rum space village Luxury camp, una instalación muy nueva, situada en un entorno precioso, con un personal muy amable y todo estupendo, solo tuvimos un inconveniente, resulta que la calefacción la estaban instalando todavía, por lo que no funcionaba, así que hacía bastante frío dentro de las tiendas.

Nos sirvieron una cena que, según nos contaron, la cocinaron durante tres horas en un horno bajo la arena, la comida estaba riquísima, antes de entrar al comedor te hacen el espectáculo de desenterrarla, para que veas que es verdad, que se ha cocinado allí abajo.

Después fuimos a la haima principal donde nos hizo un pequeño concierto un beduino con una especie de sitar, suerte que entraron unas brasas de una hoguera que tenían fuera, porque tampoco habían instalado la calefacción todavía.

Y nos fuimos a dormir a una temperatura de 4 grados, que después bajo a 1 grado, nos pusimos una manta extra y dentro de la cama se estaba bien, pero fuera hacia muchísimo frio, para ir al lavabo te lo tenías que pensar varias veces.

Día 28 de Diciembre, día de los inocentes.

A la mañana, todo y que había agua caliente en el baño, pasamos de ducharnos, porque el ambiente de la tienda era muy frío. Supongo que de aquí 15 días ya tendrán instalada la calefacción. Salimos a hacer unas fotos frente al campamento y nos fuimos a desayunar.

Esta mañana tocaba regresar a Amán, un trayecto de cinco horas, sin mucho interés. Hicimos una parada a mitad de camino para tomar algo, lo más curioso fue ver que los cajeros automáticos en esta zona del desierto, están montados sobre furgonetas para irse moviendo por el territorio.

Cuando llegamos a Amán fuimos al mismo hotel del primer día, hicimos el checking y nos fuimos a comer al restaurante de la primera planta, que es más económico que el del sótano. Comimos de carta por 10 dinares cada uno aproximadamente, también tenían un bufé libre por 23 dinares.

Después de la siesta, cogimos un taxi, negociando antes el precio, hacia el Boulevard que es una zona moderna con varios centros comerciales. Allí se nota el lujo y poder económico, concesionarios de Aston Martin, Infiniti, Tesla y los típicos comercios occidentales, con varios Zaras incluidos.

Coincidió que hacían un pequeño concierto de Navidad en la plaza central, muy curioso oír villancicos en un país musulmán, cantados además por chicas musulmanas.

Visitamos un par de centros comerciales de la zona y regresamos al hotel para cenar y dormir.

Día 29 de Diciembre 

Salimos a la excursión del mar Muerto a las 9h. Es un trayecto en coche de 45 minutos, ya por el camino iba chispeando un poco, vaya rollo, justo el día del baño, al llegar a la zona de baño, es un recinto con piscinas, vestuarios, duchas y wc, había parado de llover, pero hacia un poco de aire, mi hijo se cambió, pero mi mujer y yo decidimos esperar un poco a ver si amainaba el aire.

Probamos el agua y sorpresa estaba caliente, como en la zona de Tarragona en verano más o menos lástima que estaba nublado. Mi hijo se baño un rato, hicimos las fotos de rigor flotando y 15 minutos después ya salió, como seguía haciendo aire y además caían cuatro gotas subimos a la zona de piscinas, donde habían unas carpas.

Al cabo de un rato el aire paró y aprovechamos para bañarnos nosotros, nos hicimos también unas fotos y estuvimos dudando si embadurnarnos de barro o no, pero al final desistimos, porque al no hacer sol no apetecía tanto estar en bañador.

Nos duchamos y comimos en el mismo recinto de las piscinas en el bufé libre por 14 dinares.

Como curiosidad a 15 minutos de allí está Betania, la zona donde bautizaron a Jesús, intentamos ir pero un desacuerdo con el nuevo guía, un chaval de unos veintitantos años,  nos lo impidió, ya que para escurrir el bulto nos dijo que estaba cerrado, cuando en realidad después nos enteramos que no era cierto y estaba abierto, podíamos haber cogido un taxi para visitarlo fácilmente.

Después de comer regresamos a Amán al hotel.

Una vez en Amán, cogimos un taxi i nos fuimos a la calle Rainbow, nos salió por 2 dinares, la calle está en una zona donde hay algunas embajadas, con bastantes cafés y restaurantes, también hay algunas tiendas, pero pocas, como era sábado y era festivo había poco ambiente, la recorrimos entera y fuimos bajando paseando hacia el downtown, aquí sí que había más ambiente, con todas las tiendas abiertas, pequeños puestos de comida, pasamos por el mercado de la carne y verduras, el mercadillo de ropa de segunda mano, hasta que llegamos al teatro romano.

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Nos habían comentado unos compañeros que había una pequeña puerta, en la acera justo frente al teatro romano que subías a un bar con unas bonitas vistas del teatro, así que buscamos la puerta, no es difícil de encontrar, tiene un letrero luminoso que ponía café,  se llama Bayet Al Qasced, es un bar sencillo pero bonito, nos sentamos al lado de la cristalera donde se ve el teatro, como era día 29 de Diciembre estaban preparando la decoración de fin de año, pedimos unos tés y un café turco. El dueño fue muy amable, nos hizo algunos trucos de magia para entretenernos, nos invitó a una bebida que no me quede con el nombre, creo se llamaba sahlab, pasamos un rato muy agradable ambientados con música tradicional, al preguntarnos de donde éramos, nos dijo un momento y , cómo no, nos puso la canción de “Despacito”, jaja, es un lugar muy agradable y recomendable para descansar un rato de la dura vida del turista.

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Al salir cogimos un taxi para dirigirnos al hotel a cenar y descansar, esta vez nos costó 3 dinares.

Día 30 de Diciembre 

Ya al día siguiente, después de desayunar,  a las 8h. nos recogieron para llevarnos al aeropuerto y regresar a Barcelona.

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Links de Interés :

http://www.visitjordan.com/

http://visitjordan.com/earthcam/

https://www.theregencyhotel.com/

http://grand-view-resort.jordan-all-hotels.com/es/

https://www.wadirumspacevillagecamp.com/

https://www.suncitycamp.com/

 

 

 

 

 

 

3 comentarios en “Navidad en Jordania”

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