Ruta de 15 días visitando Madeira, la isla de San Miguel en Azores y finalizando con una toma de contacto de un día en Lisboa.
Otro de los diarios que se me habían quedado pendientes de pasar al blog, es de principios de siglo XXI, por lo que intentaré actualizar los posibles datos e informaciones que se hayan podido quedar desfasados. Los vuelos los realizamos con la compañía portuguesa TAP Air Portugal, siendo la que ofrece las mejores ofertas para viajar a estas maravillosas islas atlánticas, para el alojamiento lo ideal es usar una de las varias apps de las que disponemos en nuestros móviles y el alquiler del vehículo lo hicimos con la compañía Europcar, aunque lo mejor es ir comparando las ofertas puntuales de cada empresa, Avis también disponía de unos precios interesantes .

Veréis que las fotografías son de menor calidad de lo habitual, puesto que han sido escaneadas de copias en papel, ya que en aquel momento todavía viajaba con la cámara Olympus analógica.

Salimos del aeropuerto de Barcelona con escala en Lisboa, llegando a Madeira a primera hora de la tarde, ideal para nuestra primera toma de contacto.
Madeira – día 1
Una vez aterrizamos en el Aeropuerto Internacional Cristiano Ronaldo de Madeira, recogimos el coche, un Opel Corsa, en la oficina de Europcar situada en el mismo aeropuerto, como estábamos a mediados de Julio no había demasiada gente recogiendo coches de alquiler, lo que ayudó a agilizar los trámites.
Nos desplazamos hasta nuestro hotel en Funchal que era el Ajuda Madeira Hotel, un hotel correcto con bonitas vistas al mar, tengo la sensación que actualmente hay opciones mucho más interesantes, como el Suite Hotel Jardins Da Ajuda, con mejores equipamientos y a un precio bastante interesante. Como todavía el sol apretaba bastante bajamos a bañarnos en la piscina, así nos relajábamos un rato después de los dos vuelos de la mañana.

Para situarnos un poco salimos a pasear por la capital de la isla, hicimos un corto recorrido por el centro, siguiendo la avenida do Mar pasamos frente al Palácio de São Lourenço, construido en el año 1529, el cual sirvió como residencia de los gobernadores de la isla, actualmente es la residencia del Primer Ministro de la Región Autónoma.

Los «Jardins da Avenida do Mar» acaban en la Praça da Autonomia, una zona muy agradable para sentarse en un banco con vistas al océano, la ventaja de Madeira es que tiene siempre un clima templado, al estilo de las islas Canarias, aunque un poco más lluvioso, de ahí que esté toda la isla cubierta de vegetación y con inmensas hortensias a los lados de las carreteras.

Como estábamos un poco cansados decidimos regresar al hotel, para descansar, cenar temprano y dejar para el días siguiente la continuación de la visita de Funchal.
Funchal – día 2
Salimos inmediatamente después del desayuno regresando al centro de la ciudad para retomar su visita de la “Zona Velha”, una vez en los jardines del mar giramos a la izquierda dejando la zona marítima para dirigirnos hacia la Catedral de Funchal, es uno de los pocos edificios que se ha conservado desde los tiempos de la colonización portuguesa, fue construida en el año 1514 por el arquitecto Pêro Anes por orden de Manuel I de Portugal.

Al llegar a la Praça do Municipio nos encontramos frente a la iglesia de San Juan Evangelista o Igreja de São João Evangelista, construida en el siglo XVII por la Compañía de Jesús, actualmente está ocupado por la Universidad de Madeira.
En el otro lateral de la plaza hicimos a algunas fotos al Paços do Concelho do Funchal o Ayuntamiento, que es de los pocos edificios que no está pintado de blanco combinado con la piedra volcánica negra.

En la siguiente manzana vimos el Palacio de Justicia o Palácio da Justiça do Funchal, se distingue por su amplia fachada con decenas de columnas cuadradas, dándome una sensación de estilo soviético.
De vuelta otra vez a la orilla del mar, seguimos la playa de arena negra llamada «Praia do Almirante Reis» hasta llegar al Forte de São Tiago o Fuerte de Santiago, no tiene perdida ya que está pintado de color amarillo intenso, fue construido en el siglo XVII como fortaleza para defender el puerto.

Justo enfrente está la iglesia de de Santiago Menor, de la que solo visitamos el exterior, para seguir por la calle Rua de Santa María que nos llevaría a la preciosa Capela do Corpo Santo, construida en el siglo XV, dedicada al patrón de los pescadores, San Pedro Gonçalves Telmo, vale la pena visitar su interior para admirar sus pinturas en el techo y los altares de madera dorada.

En nuestro camino hacia el otro extremo de la ciudad, hicimos una larga pausa en el Parque de Santa Catarina, una amplia zona verde frondosa y relajante con un gran lago central, en los jardines se ubica el Casino da Madeira y la Quinta Vigia anteriormente llamada Quinta das Angústias, en ella vivieron desde el príncipe ruso Maximiliano, que era yerno del zar Nicolás I, la emperatriz Dona Amélia y el consul francés Nicolás Tulière hasta que en 1984 se convirtió en la Residencia Oficial del Presidente del Gobierno Regional.
En cualquier viaje a Madeira que se precie, es una visita obligada ir a alguna bodega de vinos y licores, en nuestro caso elegimos las Adegas de São Francisco, que están en la avenida Arriaga 28, es una de las bodegas más antiguas de Funchal, disponen de un museo donde te explican las fases de fabricación, almacenamiento, venta y exportación de vino de Madeira, junto con una exposición de varios documentos de las empresas originales británicas, libros y hasta un molino del siglo XVII, pudiendo hacer una degustación de vinos y licores si os apetece.

Regresamos a la zona cercana al hotel para pasear por la zona conocida como paseo marítimo de Lido, con multitud de palmeras y jardines desde donde se pueden disfrutar una esplendidas vistas a la playa de Callaos. Actualmente hay dos piscinas públicas donde poderse bañar, una de ellas dicen es de las piscinas más grandes de agua salada.

Dedicamos el resto de la tarde a relajarnos en las piscinas del hotel y cenar allí ya que estábamos alojados en media pensión.
Funchal – Miradores – Monte – día 3
La primera visita del día fue el Mercado de los Labradores o Mercado dos Lavradores, principal mercado de la ciudad, una amplia combinación de colores, sobre todo en la zona de frutas y flores de la cuales disponen una gran variedad, gracias al clima subtropical de Madeira se cultivan gran cantidad de hortalizas, flores y frutas, aunque me sorprendió bastante observar que la gran mayoría de cajas de fruta que vendían eran traídas de Lérida.

Recorriendo el mercado llegamos a la zona dedicada al pescado, donde pudimos ver inmensos atunes, peces espada, anguilas y una gran variedad de pescados a la venta, en esta zona habian más turistas que compradores, considero que es una visita imprescindible para hacerse una idea de la gastronomía de la isla.

Hicimos un breve paseo por Funchal, pues no tomamos este viaje con bastante más tranquilidad que algunos otros de los que hemos hecho, si habéis leído varios de mis diarios ya sabréis de lo hablo.

Ruta de los Miradores
Cogimos el coche y nos fuimos hacia la parroquia de San Antonio que es donde está el Pico dos Barcelos, con su Miradouro Pico do Barcelos a 355 metros de altitud, en él pudimos disfrutar de unas fantásticas vistas de Funchal, junto a la bahía con las islas Desertas en el horizonte.

A unos 10 kilómetros de Pico dos Barcelos, nos encontramos con siguiente mirador que teníamos previsto en nuestra ruta, el llamado Eira do Serrado, a 1094 metros de altitud, está completamente rodeado de montañas con unas impresionantes vistas al profundo valle, está situado muy cerca de la pedanía de Curral das Freiras. Para acceder al mirador hay que coger un camino que sale del hotel Estalagem Eira do Serrado.

Siguiente parada, el mirador llamado Miradouro do Paredão, a unos 10 minutos en coche del anterior, en él pudimos ver unas vistas panorámicas sobre Funchal por el lado derecho y del pueblo del Curral das Freiras o Valle de las monjas, por el lado izquierdo, una pequeña población que visitamos a continuación, dicha población se encuentra ubicada dentro del cráter de un volcán extinguido, estando completamente rodeada por altas montañas, lo más destacable es su iglesia, el único patrimonio histórico del Curral das Freiras, pero es interesante también visitar sus tiendas de artesanía.

Monte
Otra de las actividades imprescindibles es subir hasta la localidad de Monte, aunque nosotros subimos en coche, también hay la opción de subir en teleférico desde Funchal.

Toda esta zona está rodeada de una frondosa vegetación, con inmensas arboledas, ofreciendo unas imágenes tremendamente bucólicas. Iniciamos el recorrido por el Parque do Monte, que ocupa una superficie de tres hectáreas, a una altitud de 560 metros, los frondosos caminos y puentes se entrecruzan en un laberinto rodeado de flores y plantas tropicales, por el camino nos encontramos con varias fuentes como la de Bom Jesus do Monte y Largo do Monte.
Dentro del parque hay la zona del Palacio, que no se puede visitar, pero si sus jardines con una gran colección de plantas exóticas traídas de todos confines del mundo, otra zona es la dedicada a oriente con unos cuidadísimos jardines de estilo oriental, con toriis, bellísimos paneles de cerámica y varios estanques con inmensos peces a la espera de capturar algún insecto.

En la parte baja de los jardines nos encontramos con las larguísimas escalinatas que dan acceso a la Iglesia de Nossa Senhora do Monte, construida en el siglo XVIII sobre una antigua ermita del siglo XV, en la visita de su interior pudimos ver varias piezas de orfebrería de los siglos XVII y XVIII, su interesante techo del que cuelgan unas preciosas lamparas de cristal y en una una capilla lateral la sepultura de Carlos I de Habsburgo, emperador de Austria, de Hungría y de Bohemia, que fue exiliado a esta isla en 1.931.

Una buena manera de finalizar la vista a Monte es bajar con los Carreiros do Monte, una actividad que actualmente está totalmente destinada a los turistas, pero originalmente era un método de transporte usado por los habitantes de Monte, se trata de bajar sus empinadas calles dentro de un gran cesto de mimbre montado sobre unos patines de madera, mientras dos carreiros lo van dirigiendo usando sus pies como freno y dirección, terminado el recorrido en la calle Caminho do Monte en Livramento. Más info : https://www.carreirosdomonte.com/v2/en/index.php . En nuestro caso como habíamos subido con el coche no utilizamos este servicio.
Jardim Botânico da Madeira
Siguiendo con las visitas florales, nos desplazamos hasta el Jardín Botánico de Madeira, situado en la Quinta do Bom Sucesso, al entrar a las terrazas de la parte alta de los jardines nos recibieron unas fantásticas vistas del Valle de la Ribeira de João Gomes, con Fuchal de fondo.

Esta distribuido en varias terrazas, con una superficie total cercana a las 4 hectáreas, en una primera zona podemos observar la plantas autóctonas y endémicas de Madeira junto con las de las Azores o de las islas Canarias, en la siguiente zona está el jardín de árboles, a continuación las suculentas y cactus, que tiene una gran capacidad capacidad para almacenar agua y la zona de plantas tropicales y aromáticas, con frutales tropicales y subtropicales.

Hicimos un relajante paseo entre la vegetación de los jardines, disfrutando de la amplia variedad floral de esta maravillosa isla.

Regresamos a Funchal donde pasamos el resto de la tarde, tomándonos un refrigerio en una terraza frente al mar y cenando en el hotel ya que lo teníamos incluido como he comentado anteriormente.
Ribeirá Brava – Sao Vicente – día 4
Salimos hacia esta zona llamada Riberira Brava, donde abundan los acantilados y las playas de arena volcánica, está situada a 20 kilómetros de Funchal, por lo que se puede llegar en apenas veinte minutos, aunque nosotros tardamos un poco más porque hicimos algunas paradas durante el trayecto, en la Fajã dos Padres y el Miradouro de São Sebastião, en cuanto veíamos un mirador parábamos para hacer alguna foto, al final llegó a ser como un vicio.


Hicimos una rápida visita de Riveira Brava, visitando la Iglesia de São Bento y continuamos en dirección Ponta do Sol pasando por Paul da Serra, que es la meseta más extensa de la isla, con un tamaño de 24 kilómetros cuadrados, con una altitud media de 1500 metros sobre el nivel del mar, nos detuvimos a hacernos unas fotos en el rótulo de la carretera con vistas al pico Ruivo do Paul de 1640 metros de altitud.


A ambos lados de la carretera pastaban varios rebaños de vacas, que no se libraron de ser fotografiadas con nosotros, los turistas somos así.

Bajamos de la gran meseta por la carretera que va hacia Ribeira da Janela, al ser un tramo bastante revirado tardamos unos tres cuartos de hora más o menos, con una par de paradas en los miradores que íbamos encontrando, como el miradouro da Ribeira da Janela y el miradouro Eira da Achada, con estupendas vistas de la costa norte con sus playas de guijarros y inmensas formaciones rocosas.


La siguiente población que visitamos fue Porto Moniz, a unos cinco kilómetros de Riberira da Janela, donde lo más destacado y principal reclamo son sus maravillosas piscinas naturales creadas por formaciones rocosas de lava volcánica y la erosión del océano, a mi me recordaron bastante a las de Garachico en Tenerife, aunque hay que reconocer que estas de Madeira son bastante más grandes.


Seguimos la carretera costera VE2, que va perfilando Madeira por la costa Norte en dirección Ponta Delgada, parándonos en todos los miradores que nos encontrábamos por el camino, pasamos por la freguesia de Seixal, una pequeña población con apenas 700 habitantes, justo a la salida del pueblo encontramos el bonito mirador » Miradouro do Véu da Noiva«, desde donde pudimos ver el emblemático salto de agua llamado Véu da Noiva o Velo de la Novia, llamado así porque el caudal de agua en su caída al atlántico recuerda a un velo de novia, hay que reconocer que el lugar con tanta vegetación y los saltos de agua parece un paisaje del sudeste asiático.

Unos cuantos kilómetros más adelante nos detuvimos en el mirador de la ribeira do Inferno, es un estrecho cañón repleto de vegetación cruzado por un pequeño puente que da acceso a un túnel, la verdad es que nos paramos a un lado de la carretera porque no había mucho espacio para poder deleitarnos con aquel maravilloso paisaje.

Toda esta antigua carretera VE2 es una atracción turística en si misma, en algunos de sus tramos nos caían las cascadas de agua sobre nuestro coche, siempre acompañados por el precioso paisaje de la costa bañada por el Atlántico y una frondosa vegetación por todos lados.

Visitamos la población de San Vicente con su encantadora iglesia de Sao Vicente del siglo XVII, donde destaca su interior con unos magníficos frescos en el techo y el ornamentado retablo en talla dorada, es bastante sorprendente ya que contrasta bastante con su sencillo exterior pintado en color blanco. Una de las atracciones turísticas más conocidas de San Vicente, son sus cuevas, pero nosotros no las visitamos, así que no puedo comentar si valen o no la pena su vista.

Emprendimos el camino de regreso hacia Funchal por la carretera VE4, pasando por la pequeña población de Serra da Água, un lugar fascinante entre altas montañas, rodeada de campos de cultivo, donde visitamos su Iglesia y la capilla de Nuestra Señora de la Ayuda.
Como fue habitual todos los días que estuvimos en Madeira, cenamos en el hotel.
Cabo Girão – Santana – Camacha – día 5
Tras un buen desayuno, cogimos el coche y nos dirigimos hacia el mirador del acantilado más alto de Madeira llamado Cabo Girão, que es también el acantilado más alto de Europa y el segundo del mundo, está situado a una altura de 580 metros.


Llegamos allí en apenas 20 minutos desde el hotel, una vez en el mirador, pudimos disfrutar de unas vertiginosas vistas del océano atlántico bañando las Fajãs de Cabo Girão, recientemente el mirador ha sido remodelado añadiéndole una plataforma de cristal suspendida no apta para los que sufren de vértigo.

Pico do Areeiro (1810m.)
Nuestra siguiente visita fue el Pico do Areeiro, situado a unos 35 kilómetros desde el Cabo Girao, como la carretera es bastante revirada tardamos en llegar unos 50 minutos.

Una vez dejamos el coche en un aparcamiento habilitado, lo primero fue hacer varias fotografías y video de sus vistas panorámicas, en el mirador hacia un sol estupendo, pero a nuestros pies se extendía un mar de nubes que no nos permitieron ver las vistas al completo, lo siguiente fue coger uno lo los senderos para hacer un pequeño recorrido y así captar las vistas desde otros puntos, se podía distinguir el Pico Ruivo que tiene un altitud de 1861 metros.

Nos pusimos otra vez en marcha con nuestro coche y descendimos por la carretera hasta Ribeiro Frio, a unos 10 minutos en coche desde el pico, allí visitamos una modesta piscifactoría donde crían truchas, la entrada es gratuita, fue interesante ver el sistema de cría, con los alevines en la piscina más alta y tal como van creciendo las van trasladando a las piscinas inferiores. Al terminar la visita fuimos a recorrer la Vereda dos Balcões, es un sendero muy accesible, al que se llega bajando un camino desde la piscifactoría.
Santana

En poco más de media hora llegamos a Santana, una ciudad de más de ocho mil habitantes que ha sido distinguida por la Unesco como reserva de la biosfera, si bien la ciudad tiene un gran encanto, lo más destacado turísticamente hablando son las casas tradicionales de la isla, llamadas Casas de Santana, con sus tejados de paja que están construidos en forma de triangulo hasta el suelo. En Santana también de pueden visitar un par de capillas, la iglesia y un fortín, pero nosotros preferimos ir al los miradores frente al mar, como el Miradouro Pico da Boneca.


Camacha
Siguiendo la carretera ER102 llegamos a Camacha, muy conocida por sus artesanos del mimbre y su folclore, esta población es un importante centro de elaboración de objetos de mimbre y cestería, para no desmerecer a sus artesanos, entramos en un almacén donde elaboraban cestos de mimbre de todos los tamaños, tenían incluso un barco a tamaño natural construido en mimbre, ciervos a tamaño natural, etc. , son unos auténticos artistas del mimbre.
Había una sección de la inmensa nave donde seguían trabajando en la elaboración de cestos, para disfrute de todos los turistas que no parábamos de fotografiarlos en plena faena. Otra de las atracciones turísticas es la visita a la Torre O Relógio, donde se encuentra una campana traída desde Liverpool en 1896 .

Nos desplazamos unos cinco kilómetros para visitar los jardines de La Quinta do Palheiro, se trata de un jardín botánico creado por el Conde de Carvalhal, el cual se dedicó a plantar una gran cantidad de especies de árboles, junto a una colección de camelias, si queréis verlas en plena floración hay ir entre noviembre y abril, posteriormente la familia Blandy que adquirieron la finca en 1885, prosiguieron la tradición plantando una gran variedad de plantas exóticas traídas todos los continentes.

En el agradable paseo por los jardines nos encontramos con una capilla barroca y con la casa señorial que da nombre al lugar, la Quinta do Palheiro Ferreiro, construida en el siglo XVIII y diseñada por el arquitecto George Somers Clark. Un autentico remanso de paz paseando entre estanques y flores, ideal para terminar las visitas del día.
Prainha do Caniçal – día 6
Salimos temprano hacia el pueblo pesquero de Caniçal, originalmente centro ballenero hasta el año 1982, actualmente se puede visitar el Museo de la Ballena, donde explican su trayectoria ballenera.

Nosotros preferimos ir la Prainha o playa de Caniçal, una de las pocas de arena fina y no de guijarros como casi todas las demás playas, hay que andar un poco desde el aparcamiento pero vale mucho la pena, este día nos lo tomamos en plan relax pasando toda la mañana en la playa , bañándonos y tomando el sol.

Tras el baño nos dedicamos a recorrer algunos de los miradores de la Península de São Lourenço, siguiendo la carretera en dirección a la Punta de São Lourenço, encontramos el mirador de la Baía de Abra, con unas fantásticas vistas a los acantilados, el lugar contrasta enormemente con el resto de la isla, es casi yermo sin apenas vegetación, solo una escasa hierba de color ocre y poco más, pero ese paisaje tan árido emana un gran encanto por algo fue declarado reserva natural en 1982.

Dependiendo de los ánimos de cada uno hay varios miradores a recorrer, como el de Ponta do Castelo o también el Ponta do Furado con vistas al Morro do Furado en el extremo más oriental.

Una de las atracciones turísticas, aunque parezca extraño, es el mismo aeropuerto de Madeira, aterrizar en el era considerado hace algunos años como de los más peligrosos del mundo, actualmente todo esto a quedado atrás ya que alargaron la pista construyendo una imponente estructura con decenas de columnas sobre el océano.

Estuvimos un buen rato viendo despegar y aterrizar aviones, así nos hacíamos una idea de lo que haría nuestro avión en cuanto despegásemos, todos los aviones se iban al extremo de la pista, daban gas a fondo y despegaban como si salieran de un portaaviones.

Regresamos al hotel donde pasamos el resto de la tarde, ya que al día siguiente por la mañana teníamos nuestro vuelo hacia el aeroporto de Ponta Delgada João Paulo II en la Isla de San Miguel en las islas Azores.
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Continúa en la ilha de São Miguel , Açores .
Excursiones organizadas en Madeira :
Tour en tuk tuk por Funchal : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/tour-tuk-tuk-funchal/?aid=11064 .
Madeira al completo en 2 días : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/madeira-completo-2-dias/?aid=11064
Avistamiento de cetáceos en catamarán : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/avistamiento-cetaceos-catamaran/?aid=11064
Tour panorámico por el oeste de Madeira : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/tour-panoramico-oeste-madeira/?aid=11064
Excursión a Deserta Grande en goleta : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/excursion-deserta-grande-goleta/?aid=11064
Excursión en 4×4 por el norte de Madeira + piscinas de Porto Moniz : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/excursion-norte-madeira/?aid=11064
Excursión a Santana y Machico :https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/excursion-santana-machico/?aid=11064
Excursión a Cabo Girao y Rabaçal : https://www.civitatis.com/es/isla-de-madeira/excursion-cabo-girao-rabacal/?aid=11064
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