Casa Vicens de Gaudí y el Park Güell

Escapada dominical dedicada a un par de joyas diseñadas por Antoni Gaudí

Hace tiempo que teníamos pendiente de visitar la Casa Vicens, situada en el barrio barcelonés de Gracia, tras su apertura al público hace unos tres años atrás, pero entre unas cosas y otras se nos había quedado pendiente, también queríamos regresar al Park Güell, pues hacia más de veinte años que lo habíamos visitado por última vez, pero sinceramente, en estos últimos años al haber una masificación tan grande de turismo en Barcelona lo tenían todo abarrotado, haciendo casi imposible poder visitar nada a los que vivimos más cerca. Pero gracias a esta odiosa pandemia hemos podido realizar algunas visitas que en otras circunstancias hubieran sido una misión casi imposible.

Lo primero fue reservar entradas por internet para visitar la Casa Vicens, elegimos la hora justo antes del almuerzo, así aprovecharíamos para ir a comer en algún restaurante de la zona una vez acabada la visita. Aquí os dejo el enlace : https://casavicens.org/es/ .

Entrada a la Casa Vicens o Visita guiada por la Casa Vicens

Casa Vicens

Casa Vicens de Gaudí

Esta casa fue el primer gran encargo que recibió Antoni Gaudí, a petición de su amigo Manel Vicens i Montaner un acaudalado corredor de bolsa, fue en 1883, cuando le encarga a un jovencísimo Gaudí el proyecto de una residencia de verano en la antigua Vila de Gracia.

Esta casa dicen fue uno de los primeros edificios que inició el movimiento del Modernismo en Cataluña y en Europa. La casa fue remodelada varias veces tras su la construcción inicial de 1885, se efectuó una ampliación en 1925 realizada por el amigo de Gaudí, Joan Baptista Serra de Martínez junto con el jardín que la rodea. Su ultima restauración y rehabilitación fue en el año 2017. Siendo declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005.

En su interior se incorporó una escalera diseñada por  Elías Torres, José Antonio Martínez Lapeña y David García y se le añadió un ascensor.

Para llegar, dependiendo de si sois de Barcelona o no, tenéis la parada de metro Fontana muy cerca, en nuestro caso, como vivimos en el área metropolitana, vinimos en coche aparcándolo en la calle Balmes, pues los fines de semana esta permitido aparcar en el lado izquierdo de la calle.

Del metro a la casa en 5 minutos andando

Una vez cruzamos la elaborada reja, con decenas de hojas de palma plasmadas en hierro, nos encontramos frente a la preciosa casa de veraneo. Iniciamos la visita por lo que queda en la actualidad del jardín lateral, originalmente disponía de un amplio jardín con una fuente, una cascada, un mirador y una capilla, pero en los años 60 en plena fiebre de la especulación inmobiliaria fue vendido y derribados la capilla, el mirador y la cascada para realizar la construcción de varios edificios de viviendas. En el jardín han recreado el ambiente de la época plantando palmeras, plantas trepadoras, magnolias y rosas, en las cuales se inspiró el arquitecto para realizar las decoraciones de la casa y de las rejas.

En la elaborada fachada lateral nos encontramos con la imagen de Santa Rita, procedente del templete construido en 1927 y destruido en los años 60. Toda la fachada esta revestida en cerámica, algo inusual para la época, las baldosas evocan la naturaleza y a la cultura oriental que tanto fascinaba a Gaudí. Al acceder al interior de la casa nos dirigimos hacia la planta baja, donde pudimos visitar sus variadas y preciosas salas, siguiendo los comentarios de la audio guía, está compuesta por la sala – comedor repleta de detalles emulando las hiedras por todos los lados, una relajante tribuna cubierta, con una fuente de mármol recién restaurada, la sala de fumadores, muy de moda en las casas del siglo XIX, con su techo en color azul oscuro con dibujos de dátiles y plantas orientales en cartón piedra, un material innovador en aquellos tiempos y el recibidor.

Al subir por la escaleras pudimos visitar tres de las habitaciones, unidas ambas por un distribuidor hexagonal, la primera que nos encontramos es la rosa, color predominante tanto en las paredes como en el suelo de la habitación, la habitación principal con abundantes motivos vegetales, originalmente divida en dos, una para cada conyugue, muy habitual en aquella época, la habitación dispone de una salida a una terraza donde nos sentamos unos minutos para contemplar la vegetación del jardín, la habitación azul decorada con flores de pasionaria o flor de cristo, presentes también en las decoraciones de la Sagrada Familia.

Habitación principal primera planta

El baño con un precioso techo de relajantes hojas de hiedra y con agua corriente, un auténtico lujo para la época, y una sala de estar, en la audio-guía nos indicaron que nos fijáramos en la decoración de los entrevigados cerámicos del techo con una variedad de pámpanos realizados en papel maché prensado policromado y en los estucos de la paredes con dibujos inspirados en cañas y helechos dándole un estilo oriental.

Escalera de acceso

En la segunda planta se encuentra la exposición permanente sobre la construcción de la casa y sus reformas, ubicada en una sala  donde se han eliminado todos los tabiques y falsos techos quedando un espacio diáfano con las vigas de madera vistas. Estuvimos viendo una proyección multimedia sobre la época de finales del siglo XIX e imágenes de la construcción de la casa. En la sala contigua nos encontramos con varios textos manuscritos de Gaudí, una maqueta del diseño original de la casa, otra maqueta de como era la casa tras la reforma efectuada por Serra de Martínez con una ampliación del solar y construcción de la capilla de Santa Rita al fondo del jardín.

Subimos hasta la cubierta, que también sirve como mirador no es que tenga unas grandes vistas pero siempre es agradable ver la ciudades desde las terrazas. Como era de esperar está todo revestido con cerámicas en colores verdes y blancas influenciado por la arquitectura islámica y oriental.

Para finalizar la visita bajamos hasta el sótano, donde se encuentra la librería y tienda de recuerdos. Dimos un rápido vistazo y salimos de la Casa Vicens justo coincidiendo con el mediodía momento ideal para buscar algún lugar donde almorzar.

Inmortales Trattoria

Abrimos la aplicación de el tenedor, actualmente llamada The Fork, vaya manía en los anglicismos de todas la cosas, donde ofrecen un buen descuento en los platos de la carta. Así que reservamos mientras nos dirigíamos hacia allí, esta ubicada en la calle de Marc Aureli, 27.

Los platos estuvieron deliciosos y el trato del personal amable y correcto en todo momento, os dejo unas cuantas fotografías de lo que elegimos para reponer fuerzas.

Park Güell

Siguiendo con las obras de nuestro venerado Antoni Gaudí, decidimos finalizar el día en el famoso parque construido para la familia Güell, no está demasiado lejos de la Casa Vicens, pero tiene el inconveniente de que hay bastante subida para llegar.

De la Casa Vicens al Park Güell

Por suerte la entrada a los que somos de la zona metropolitana 1 es gratuita presentando un simple carnet de la biblioteca municipal, así que inmediatamente accedimos al interior del parque.

Atardecer en el Park Güell

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La idea del Park Güell surgió en el año 1900 de una idea compartida entre Eusebi Güell y Antoni Gaudí, de construir en la ciudad Condal un barrio residencial inspirado en el modelo británico de una ciudad jardín, de ahí que fuera nombrado Park Güell en inglés, no por un interés turístico como puede parecer en un principio al verlo escrito por primera vez.

Park Güell

La construcción se efectuó sobre la gran finca de la masía del marqués de Mariano, adquirida por Eusebi Güell, conocida popularmente como la Montaña Pelada. La idea era dividirla en sesenta parcelas para venderlas a familias burguesas de Barcelona, como es sabido esa idea no se llevó finalmente a cabo.

La primera casa se finalizó en el año 1905,  diseñada por uno de los principales arquitectos modernistas  Juli Batllevell i Arús por encargo del abogado Don Martí Trías. Posteriormente diseñó otra casa, firmando los planos el propio Gaudí, como casa muestra para intentar atraer más compradores, pero la zona no gustaba al estar en aquellos tiempos muy alejada del centro de Barcelona. Comprándola finalmente el propio Gaudí en 1906 para ir a vivir con su padre, su sobrina y una sirvienta.

Escalinata del Dragón

La entrada principal está al final de la calle de Larrard, acceso original de la finca del marqués de Mariano, donde Gaudí construyo dos preciosos  pabellones como portería, junto con la famosa escalinata de trencadís ajardinada. Justo encima de la escalinata se encuentra el mirador sobre la ciudad, perimetrado por un original banco ondulado, revestido con el instagrameado trencadís cerámico, realmente Gaudí fue un auténtico genio.

Pabellones de la entrada

Como nadie quería comprar una casa tan lejos del centro, abandonaron las obras en el año 1914, muriendo Eusebi Güell al cabo de cuatro años, y los herederos decidieron vender la finca al Ayuntamiento de Barcelona el año 1922 por 3.2 millones de pesetas, convirtiéndolo en un parque público, formando parte del parque urbano de los “Tres Turons”.

Como he comentado, en estos tiempos de pandemia nos ha dado la posibilidad de visitar los lugares más turísticos de Barcelona, sin apenas turistas, algo impensable en estos últimos años de tanta masificación turística de la ciudad. Hicimos un agradable paseo por todo el parque al atardecer disfrutando de sus encantadores rincones a nuestro antojo.

Hicimos el recorrido circular, iniciándolo en la bella entrada donde se encuentra La Casa del Guarda custodiando lo que debía haber sido la entrada a la lujosa urbanización.

Entre los dos pabellones volvemos a encontrarnos con las conocidas rejas metálicas formadas por hojas de palma, al igual como sucede en la Casa Vicens, que nos dan paso a la imagen más famosa del parque, la Escalinata del Dragón, la conocida figura hecha de trencadís que tantas veces hemos podido ver en las postales de Barcelona.

Al final de la escalera llegamos a la Sala Hipóstila, que iba a ser originalmente destinada al mercado de la urbanización , compuesta de 86 columnas de estilo dórico que soportan el colorido techo realizado también en  trencadís.

En la parte superior nos encontramos con el primer mirador, la Plaza de la Naturaleza,  donde pudimos disfrutar de unas fantásticas vistas de la ciudad y de la escalinata del dragón. En esta inmensa explanada estaba previsto que se organizaran grandes espectáculos, de ahí que originalmente le llamaran el Teatro griego.

Otra de las imágenes icónicas del Park Güell son los famosos bancos ondulados de trencadís que rodean la plaza de la naturaleza, donde no pudimos evitar hacernos unas cuantas fotografías.

Plaza de la Naturaleza

Muy cerca de la plaza se encuentra el Pórtico de la Bugadera o de la lavandera, el cual está adosado a una pared construida en piedra creando un pasadizo de columnas inclinadas del mismo material creando un efecto sorprendente.

Siguiendo el camino ascendente llegamos hasta los Jardines de Austria, donde en teoría se iban a construir las imponentes casas de la urbanización, actualmente está destinado a vivero municipal.

Casa Museo Gaudí

Casi unida a los jardines se encuentra la Casa Museo Gaudí, que no visitamos pues era demasiado tarde. Fue la residencia del arquitecto entre los años 1906 al 1925, construida con la idea de que fuera la casa muestra de la urbanización, diseñada por el amigo de Gaudí, don Francesc d’Assís Berenguer i Mestres .

Casi llegando a la parte más alta del parque, pasamos frente a la casa Trias, la única que se construyó de todas las había proyectadas en el proyecto original, actualmente sigue siendo una propiedad privada en la que vive la familia que le da el nombre.

Casa Trias

Por fin llegamos a lo más alto, el llamado Turó de les tres Creus donde se encuentra el calvario, una especie de colina artificial construida en piedra con tres cruces en su cúspide, por lo que leímos, Gaudí quería construir una capilla en este emplazamiento, pero al encontrar unos vestigios arqueológicos cambio de idea y construyó la mencionada colina de piedra.

Subiendo al Turó de les tres Creus
Turó de les tres Creus

Desde este lugar podréis contemplar una de la mejores vistas de la ciudad Condal, nosotros estuvimos un buen rato contemplándolas y por supuesto fotografiándolas.

Al anochecer regresamos a la calle Balmes donde habíamos dejado nuestro coche, para así finalizar este recorrido dominical dedicado estas dos joyas diseñadas por Antoni Gaudí.

El horario de visita es de 9,30 a 19,30 h y los precios de las entradas son :

Entrada general10 €
Niños de 0 a 6 años0 €
Niños de 7 a 12 años7 €
Mayores de 65 años y Tarjeta Rosa Reducida7 €

Web oficial : https://parkguell.barcelona/es

Tour por las maravillas de Gaudí

Tour por la Colonia Güell y Cripta de Gaudí

Free tour de Gaudí y la Barcelona modernista

Un comentario en “Casa Vicens de Gaudí y el Park Güell”

  1. Gracias por esa interesante y placentera visita a esas maravillas creadas por uno de los arquitectos/artistas más importantes de la historia del arte. Siempre he sido admirador de Gaudí y las pocas veces que he estado en la bella, elegante y placentera ciudad de Barcelona me acerco a admirar alguna de las maravillas creadas por el genio de Gaudí

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