Escapada de Semana Santa a Huelva y alrededores, estrenando mi Mustang V8
Coincidiendo con el hecho de que estrenábamos nuestro flamante Mustang V8, convencí a mi familia de ir desde Barcelona a Huelva en coche para pasar la Semana Santa, algo difícil en circunstancias normales, porque cuando les digo de hacer 1000 kilómetros de golpe, casi siempre me dicen que mejor ir en avión y alquilar uno en destino, pero en esta ocasión aceptaron. Este viaje lo realizamos justo el año anterior a la triste pandemia del Covid-19.
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Como el tema del transporte lo teníamos solucionado, tan solo quedaba reservar un hotel por la zona, en esta ocasión elegimos el Complejo Turístico Rural Nazaret de Moguer, situado a 2 kilómetros de la población de Moguer junto al paraje de Fuentepiña, un encantador hotel rodeado de pinos a pocos metros de la Finca Fuentepiña, donde el Premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez pasó largas temporadas escribiendo varias de sus obras, además bajo un gran pino centenario está enterrado el burrillo Platero, que le inspiró para su celebre obra Platero y yo. Más información y reservas : https://nazaretdemoguer.com/ .

Primer día – Barcelona / Moguer
Dado que el trayecto era bastante largo, unas doce horas, salimos temprano para poder llegar a Moguer antes del anochecer, decidimos hacer una parada en el Restaurante Bar Los jardines de Despeñaperros para almorzar en su terraza mirador que dispone de unas fantásticas vistas al valle.
Coincidimos en el restaurante con unos amigos que también se dirigían hacia tierras andaluzas, un punto de encuentro ideal para relajar las piernas y charlar un rato con buenos amigos.

Mirador de Despeñaperros
Seguimos un par de kilómetros por la antigua carretera nacional N-IVa hasta llegar al Mirador de Despeñaperros, otra parada recomendable para admirar las vistas al desfiladero de Despeñaperros.
Volvimos a coger la A-4 en dirección Córdoba, en poco más de cuatro horas llegamos a nuestro destino final, el Complejo Rural Nazaret de Moguer. Hicimos el check-in en el que seria nuestro alojamiento durante los próximos días.

Fuentepiña
Dado que todavía disponíamos de una hora antes de que despareciera el sol por el horizonte, salimos a pasear por el pinar de Fuentepiña en busca del inmenso pino bajo el cual reposa Platero, sinceramente me decepcionó un poco lo descuidado que está el lugar, pero el recorrido tiene su encanto.

Durante el paseo por los alrededores pudimos comprobar el porque casi todas las fresas que encontramos en las tiendas de Barcelona provienen de la provincia de Huelva, hay inmensos mares de plástico dedicados al cultivo casi exclusivo de los fresones, impresionante, aunque después nos contaron que debido a la gran cantidad de agua que consumen estas inmensas plantaciones están desecando los humedales del Parque Nacional de Doñana.
Moguer
Al anochecer nos desplazamos con el coche hasta el centro de Moguer para recorrer su parte histórica, aparcamos en las afueras de la población en el llamado Parking Liceo Moguer, más que nada porque no tenia ganas de dar vueltas buscando para aparcar en las estrechas calles más céntricas, además al coincidir con Semana Santa suelen haber calles cortadas por las procesiones.

El nombre de Moguer nos contaron proviene del vocablo árabe «mugar», que significa cavernas debido a las numerosas cavernas que hay por la zona, por esta población pasaron inicialmente los fenicios y los romanos, tras la conquista cristiana pasó a formar parte del Condado de Niebla, más adelante durante los siglos XVI y XVIII pasó del marquesado de Villanueva del Fresno a la casa de Alba hasta la desamortización del siglo XIX, Moguer tuvo una importante participación en el Descubrimiento de América pues la carabela «La Niña» era de esta villa, bajando en aquellos años enormemente la población debido a que la mayoría de habitantes emigraron al Nuevo Mundo para hacer la Américas.
En nuestro paseo nocturno pasamos frente a la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Granada totalmente iluminada, recorrimos alguna de las callejuelas cercanas donde pudimos ver una de las procesiones con sus espectaculares pasos, los cuales se las ven y se las desean para girar en algunas de las estrechas esquinas de las calles del centro histórico.

Una vez frente al Ayuntamiento de Moguer, nos hicimos una fotografías junto a una de las esculturas en bronce del museo al aire libre, que representaba al burrito platero, hay varias distribuidas por toda la población.


Para cenar nos recomendaron el restaurante El Lobito, situado en la calle Rábida, 31 : http://www.mesonellobito.com/web/, donde nos pusimos las botas comiendo una amplia variedad de marisco fresco, a un precio realmente interesante, sobre todo si lo comparamos con los precios estratosféricos que tenemos en Barcelona.
Finalizamos la noche viendo otra procesión, en esta ocasión frente a la plaza del ayuntamiento, para luego regresar a nuestro hotel a descansar.
Segundo día – Moguer / El Rocío / Palos
Amaneció un día esplendido, que siempre es de agradecer cuando estas de viaje, tras el desayuno, fuimos a un pequeño mirador que tiene el hotel desde donde pudimos contemplar los cultivos de los alrededores con la población de Moguer al fondo.
El Rocío
Salimos con el coche en dirección a nuestra primera visita matinal, el famoso pueblo de El Rocío, situado a unos 50 kilómetros de Moguer, la población normalmente tiene unos 1500 habitantes, pero durante la romería de la virgen puede alcanzar el millón de personas.

Es un lugar curioso, con sus calles y avenidas de tierra para que los jinetes puedan disfrutar cabalgando por él, incluso los bares disponen de unas mesas situadas a la altura de los jinetes para que puedan tomar un fino sin bajar del caballo, parece sacado de una película del oeste americano.

La principal atracción es la Ermita de El Rocío, uno de los mayores epicentros de devoción mariana del mundo, donde se celebra cada año la romería de la Virgen de Rocío, el actual santuario fue diseñado por los arquitectos Antonio de Delgado y Alberto Balbontín de Orta en el año 1960.
Visitamos el interior de la ermita para poder ver la preciosa talla de la Virgen del Rocío, tan apreciada por las más de 121 hermandades que participan en su romería.
Parque Nacional de Doñana

Nuestro siguiente destino de la mañana fue el Parque Nacional de Doñana, es recomendable reservar con antelación la visita, pues dependiendo de la época suele estar bastante concurrido, aquí os dejo el enlace : https://www.donanareservas.com/es/ , esta reserva natural, con un tamaño superior a las 120.000 hectáreas, es considerada una de las grandes maravillas naturales de España.

El recorrido lo realizamos en pequeños autobuses 4×4, con los que recorrimos una gran parte de las marismas, arenales y la zona de las dunas. Aunque todos los turistas estábamos a la busca del lince ibérico, en esta ocasión no tuvimos suerte, así que nos quedamos con las ganas de ver alguno aunque fuera de lejos.

A pesar de ello la excursión vale mucho la pena, ya que pudimos disfrutar de la observación de una gran variedad de aves, de manadas de toros y caballos pastando a orillas del río, junto a jinetes cabalgando por las pistas de arena y en las paradas del 4×4 pudimos admirar sus preciosos paisajes .




De regreso a El Rocío, nos dedicamos a seguir recorriendo todas sus calles cabalgando con nuestro Mustang por las pistas de arena, en aquel momento las casas encaladas de las hermandades estaban cerradas.





El Alcebuche
Nos dirigimos hacia el centro de visitantes de el Alcebuche, inaugurado en 1982, según dicen en su pagina web aquí puedes contemplar en directo la vida cotidiana de los linces ibéricos que se encuentran en el Centro de Cría en Cautividad del Acebuche, pero nosotros no los vimos. Visitamos también su interior, donde hay una exposición sobre el humedal para la conservación de aves migratorias.

Matalascañas
Para continuar con nuestras visitas de la tarde, fuimos a la zona de las dunas en Matalascañas, situada frente a la Playa del Coto, donde hay un recorrido sobre tablones de madera que discurre entre las dunas. El paseo de regreso lo hicimos a orillas del mar hasta llegar a la zona más urbanizada de Matalascañas.

Palos de la Frontera
Finalizamos la tarde en Palos de la Frontera, donde queríamos visitar las replicas de la carabelas que hay en el Muelle de las Carabelas, pero ese día coincidió que estaba cerrado, en el museo se pueden visitar las reproducciones de La Niña, La Pinta y La Santa María, construidas en 1992 para celebrar el V Centenario del descubrimiento de América, el precio de la entrada es de 3,20€.

Nos conformamos con admirarlas desde la parte exterior del recinto y contemplar el paisaje que teníamos del Golfo de Cádiz desde el muelle.
Monasterio franciscano de La Rábida
A unos 900 metros del museo de las carabelas se ubica el Monasterio franciscano de La Rábida, construido en el siglo XIV en estilo gótico-mudéjar, que también pudimos visitar tan solo su exterior, pues era demasiado tarde y también estaba cerrado, así que nos conformamos en visitar sus jardines y el Monumento a los Descubridores con las luces del atardecer.




Regresamos a Moguer para seguir visitando la población y contemplar algunos de los espectaculares pasos de semana santa que salen al anochecer, en esta ocasión fuimos hasta la plaza que hay frente al Monasterio de Santa Clara para verlos mejor, ya que el espacio es bastante más ancho.
Para cenar elegimos el restaurante que hay en la misma plaza llamado La Parrala, Plaza de las Monjas, 22, donde disfrutamos de una excelente cena.
Tercer día – Moguer / Isla Cristina / Portugal
El Rompido
Otro soleado día para animarnos a seguir con nuestras excursiones, la verdad es que siempre es de agradecer que cuando estás de viaje coincida con que haga buen tiempo. La primera visita de este día fue El Rompido, una pequeña pedanía marinera perteneciente al municipio de Cartaya, en plena Costa de la Luz, está a unos 45 kilómetros de Moguer. El pueblo es encantador, con sus casas encaladas blancas, la pequeña parroquia de Nuestra Señora del Carmen, su faro, es un lugar muy relajante sobre todo si te entretienes a observar las embarcaciones que van y vienen frente a su muelle.
Isla Cristina
Nuestra siguiente visita fue la ciudad de Isla Cristina, de la que he oído hablar mucho ya que unos amigos nuestros solían ir normalmente de vacaciones. Aparcamos cerca de La Punta del Caimán, lo que hizo que nuestra visita inicial fuera la Playa de la Punta del Caimán.



Siguiendo la Avenida del Atlántico, llegamos a la pasarela de la Gola, construida con travesaños de madera para salvar los humedales, que nos llevó hasta la Playa de la Gaviota, un enclave ideal para tener una gran panorámica de toda la costa, la ciudad dispone de 11 kilómetros de costa.

Al coincidir con la marea baja, fue el momento en que aprovechaban los mariscadores para hacer su trabajo junto con una amplia variedad de aves marinas.
Nos dirigimos al casco histórico de la ciudad para visitarlo, con su precioso Paseo de las Palmeras, la Plazoleta de San Francisco, la Plaza de las Flores, la Casa de Don Justo con su maravillosa fachada de coloridos azulejos, la casa Gildita, el antiguo Casino la Unión, la Parroquia Jesús del Gran Poder, la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores y la Casa Patio de San Francisco son algunos de los muchos y encantadores edificios de que dispone la zona histórica.









Comimos en el restaurante La Sal, en la Calle Flores, 13, donde nos pusimos las botas comiendo una paella gigante y unas coquinas a la marinera, sinceramente nos pasamos pidiendo comida, es lo que nos pasa a veces, ya que estamos acostumbrados a las raciones más pequeñas que nos sirven por Barcelona, en cambio en Andalucía los platos son mucho más generosos.
Castro Marín (Portugal)
Tras la comida, cogimos el coche y nos dirigimos hacia la zona del Algarve en Portugal, situado a 20 kilómetros de Isla Cristina, para visitar la población de Castro Marín.

Como queríamos empezar por visitar el Castillo de Castro Marim, aparcamos, con cierta dificultad, en una zona cercana a la rampa de acceso. El Castillo fue construido en el siglo XIII a petición de Don Alfonso III, sobre unas antiguas fortificaciones romanas y moriscas, formando parte de la línea defensiva controlada por los Caballeros Templarios, en su interior se encuentra otro castillo más antiguo llamado el Castillo Viejo, construido por los musulmanes, según dicen en esta zona fueron los inicios de Castro Marim.

Una vez llegamos a lo alto de sus murallas disfrutamos de unas excelentes vistas del río Guadiana y de las salinas con el puente Internacional del Guadiana al fondo, construido en 1991. El horario de visitas del castillo es de 9 a 17 horas de octubre a marzo y de 9 a 19 horas de abril a septiembre, la entrada es gratuita.
Vila Real de Santo Antonio
Al terminar al visita del Castillo nos desplazamos hacia Vila Real de Santo Antonio a orillas del Guadiana, fue una ciudad construida en el siglo XVIII sobre las ruinas de una la antigua villa de pescadores de nombre Santo António da Arenilha, por encargo del Marqués de Pombal para el control del comercio con España dada su proximidad del la frontera.

Una vez aparcamos el coche, seguimos por la calle 5 de Octubre hacia el epicentro de la ciudad, la Praça Marqués de Pombal, una gran plaza en la que destaca el obelisco en honor a José I, en ella podéis encontrar varios food trucks por si os coge hambre con tanta visita.

En los alrededores de la plaza pudimos visitar la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Encarnación, del siglo XVIII, y a un lado encontramos el ayuntamiento, para luego seguir con nuestro paseo por la Avenida da República a orillas del Guadiana.

Seguimos zigzagueando por las calles peatonales del casco histórico, observando las preciosas fachadas de la casas, como la del Centro Cultural António Aleixo, he leído que se conservan todavía cerca de 200 edificios originales, en la planta baja de los locales actualmente están dedicados a la venta para los turistas, encontrando artesanía, toallas por su puesto y cualquier otro producto que pueda interesar al turismo.

Cacela Velha
Nuestros amigos, que conocen bien la zona, nos recomendaron que a la hora del atardecer fuéramos a la pequeña población de Cacela Velha, pues hay una fantásticas vistas panorámicas de la laguna de la Ria Formosa cuando se pone el sol.

Como la población es bastante pequeña, tuvimos ciertas dificultades para aparcar, pero una vez lo conseguimos, pudimos recorrer el precioso pueblo que parece sacado de una postal, con sus casas pintadas en blanco y azul frente al Parque Natural de la Ría Formosa.
Al ser una población bastante pequeña el recorrido por sus calles es bastante sencillo, pasamos frente al Forte de Cacela Velha del siglo XVII, por su pequeña Iglesia Matriz, llegando hasta su fantástico mirador con vistas a la Ilha Deserta con sus 7 kilómetros de playa y el océano Atlántico de fondo, es una de las 5 islas que protegen al parque del mar.

Bajamos por la larga escalera que lleva a la playa para realizar algunas fotografías y vídeos del atardecer desde la orilla del mar y disfrutar de los colores de la puesta de sol.

Tomamos un refrigerio acompañado de unas tapas en la terraza de la Casa Azul, una lugar muy agradable donde relajarse tras un intenso día, no tiene perdida está justo a la entrada de la población. Una vez recuperadas la energías regresamos a nuestro hotel en Moguer.
Cuarto día – Moguer / Riotinto / Aracena
Minas de Riotinto
Una de las visitas que me hacia especial ilusión era visitar la minas de Riotinto, un lugar que parece sacado de una película de ciencia-ficción. Es importante sacar tus entradas antes de ir porque suele ser un lugar bastante concurrido, hay varias entradas combinadas, se puede hacer el recorrido con tren diésel o a vapor y visitar el museo y la casa 21, aquí os dejo el enlace para comprar las entradas : https://parquemineroderiotinto.es/ .

Una vez embarcamos en el encantador tren, con sus vagones de madera reconstruidos a partir de los planos del siglo XIX, iniciamos el recorrido hacia la mina, el recorrido es un auténtico espectáculo, recorriendo por zonas de tierras multicolores siempre acompañados por el río de aguas rojizas, es una parte del trazado original de la vía de 1875.

En la antigua estación pudimos observar antiguas máquinas de tren a vapor completamente oxidadas muy al estilo Mad Max, siguiendo hasta llegar a la zona más boscosa donde finaliza el trayecto, en esta parada nos dieron quince minutos para descender del tren y poder hacernos fotografías en mitad del río. Mientras tanto el maquinista aprovechó para cambiar la máquina al otro extremo de los vagones para preparar el regreso al punto de partida.






Museo Minero
Visitamos el Museo Minero, donde conservan varias del máquinas de tren originales y pudimos informarnos de la historia de las minas, según nos contaron, fue un consorcio británico quien compró las minas al Estado por 92 millones de pesetas, al cabo de unos años a consecuencia de la emanaciones sulfurosas, el 4 de Febrero de 1888 se manifestaron los vecinos, pero el gobernador civil de Huelva llamó al regimiento de Pavia, quienes abrieron fuego sobre los manifestantes concentrados en la plaza de la Constitución produciéndose más de 100 muertos. En 1954 pasó a manos de una empresa española que ha cambiado varias veces de nombre hasta su cierre en 2001.

Peña de Hierro
La siguiente visita fue la Peña de Hierro, situada a 10 Kilómetros de la población de Minas de Riotinto, cuya historia se remonta a la época Romana, pasando por varios propietarios hasta cerrar definitivamente en 1972, los materiales que contiene tiene una edad de 300 millones de años de origen volcánico sedimentario.

El recorrido lo hicimos acompañados por un guía que nos dirigió hacia la entrada en una de las galerías de 200 metros de longitud, el cual nos llevó hasta la mina a cielo abierto llamadas «Corta». En este lugar es donde la N.A.S.A. realiza sus investigaciones para el proyecto Marte, pues dicen que se parece al entorno que podemos encontrar en el planeta rojo.
Regresamos a la población de Minas de Riotinto, para visitar el Barrio Victoriano de Bella Vista, fue construido en el año 1.883, por orden del director de las minas de Riotinto, Charles Prebble, el cual decidió construir un barrio independiente de la población autóctona, para que vivieran los dirigentes ingleses de la empresa, que constaba de unas cincuenta familias.

Donde en pocos años se creó una auténtica comunidad británica, protegida por un muro con dos entradas vigiladas por guardianes, sus habitantes vivían siguiendo sus tradiciones inglesas sin interesarles para nada la población autóctona, en su interior construyeron su propio cementerio en el que se encuentran 56 tumbas.
Aracena
Pareció que de golpe nos hubieran teletransportado a una zona residencial en mitad de Inglaterra, con sus casas adosadas alineadas, su iglesia y su cementerio. En esta zona pudimos visitar la casa 21, un claro ejemplo de construcción de la época victoriana, la casa está completamente ambientada con mobiliario y enseres de finales del siglo XIX, consta de tres plantas y dos jardines.

A media tarde pusimos rumbo hacia la población de Aracena, a unos 30 kilómetros, ubicada en mirad de la sierra que le da el nombre, Sierra de Aracena, la cual forma parte de la famosa Sierra Morena. Uno de los lugares más visitados es la Gruta de las Maravillas, pero llegamos tarde y ya no quedaban visitas disponibles, así que nos dedicamos a visitar la zona del casco histórico.

Nos dirigimos hacia la Plaza Mayor, la cual está rodeada de unos fascinantes edificios que datan del siglo XVIII y XIX, es el centro neurálgico de la población de ahí que hay un gran ambiente.

Es un auténtico disfrute el recorrer sus callejuelas con sus casas encaladas de arquitectura típica andaluza. Durante el recorrido nos encontramos con varias ermitas de estilo mudéjar, pasando por la zona del lavadero público, la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, el Ayuntamiento de Aracena y la Ermita De Santo Domingo, en la parte alta de la colina se encuentra el Castillo de Aracena, dominando todo el valle, nosotros no lo visitamos ya que se estaba haciendo tarde, y tampoco nos apetecía subir hasta arriba de la colina.







Alájar
Al dejar Aracena nos dirigimos hacia Alájar pasando por el puerto del mismo nombre con 837 metros de altitud, donde nos detuvimos para admirar las vistas de la sierra. Una vez en la población nos dimos un tranquilo paseo al atardecer por su casco histórico, a parte de la Iglesia Parroquial de San Marcos no es que tenga ningún otro edificio espectacular pero tiene su encanto.

Subimos hasta la Peña de Arias Montano, para visitar la Ermita de Nuestra Señora Reina de los Ángeles del siglo XVI, en la parte del jardín, dominado las vistas, se encuentra una curiosa puerta de acceso al antiguo jardín llamada el arco de los novios. Como ya estaba anocheciendo decidimos emprender el camino de regreso hacia Moguer donde llegamos bastante tarde pues aunque solo nos distanciaban 98 kilómetros tardamos casi una hora y media en llegar.
Quinto día – Moguer / Niebla / Huelva
Moguer
Destinamos esta mañana en visitar el pueblo natal de Juan Ramón Jiménez, Moguer, siguiendo sus huellas que están esparcidas por toda la población en forma de figuras de bronce y placas conmemorativas de cerámica donde predomina la historia de Platero y yo.

Una de las visitas imprescindibles es la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez, ubicada en la calle de la Ribera, número 2, aquí os dejo el enlace : https://casamuseozenobiajuanramonjimenez.com/ . Se trata de una casa típica andaluza construida en el último tercio del siglo XIX donde nació el poeta un 23 de diciembre de 1881 y posteriormente vivió el matrimonio.
Inicialmente su historia comienza en 1948, cuando un grupo de moguereños decidieron homenajear al poeta que estaba en el exilio fundando una Biblioteca Pública con su nombre, pasados unos años inauguraron el museo en octubre de 1958 tras el fallecimiento del poeta. Es una visita sumamente atrayente recorriendo la interesante y convulsa vida de la pareja, con sus objetos personales y algunos de sus escritos.

Al salir del museo nos fuimos a pasear por el Parque Hermanos Niño que nos venia de camino al cementerio, a la entrada de este encontramos la Ermita de San Sebastián, que da acceso a la zona de los panteones donde visitamos el de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez. Continuamos con la visita a Moguer de día, pasando por el Monasterio de Santa Clara, el Monumento a Cristóbal Colon, la Plaza del Cabildo frente al Ayuntamiento de Moguer y el Castillo de Moguer.
Niebla
Cogimos el coche y nos fuimos hacia el pueblo de Niebla, una población amurallada con orígenes desde los tiempos de los fenicios, pasado por ella los romanos, visigodos y musulmanes. Fue declarada conjunto monumental histórico artístico en 1982.

Aparcamos a las afueras de la muralla puesto que es mucho más fácil encontrar un hueco para el coche, subimos por la rampa de la Puerta del Buey, desde donde iniciamos nuestro recorrido a la población.

En el interior de la muralla, uno de los monumentos de más interés es el Castillo de los Guzmanes o Castillo de Niebla, construido sobre una antigua alcazaba árabe. En nuestra visita del interior de la zona amurallada pudimos ver la Capilla de San Martín, la Iglesia de Sta. María de la Granada emplazada en lo que fue originalmente una mezquita musulmana, el ayuntamiento de Niebla y la torre del Oro.
Alrededor de la muralla de Niebla son famosas, por su gran cantidad, las puertas como son : la puerta de Sevilla, la puerta del Agua, la puerta del Agujero, la puerta del Buey, la puerta del Embarcadero y la puerta del Socorro, no nos perdimos ni una.
Fue una agradable visita de todo el centro histórico intramurallas, donde en uno de sus extremos pudimos observar desde el mirador el Puente Romano de Niebla sobre el río Tinto.
Huelva

Regresamos al aparcamiento y pusimos rumbo hacia Huelva capital, que la habíamos dejado casi para el final del viaje. En media hora estábamos allí, aparcamos cerca del Muelle de Rio Tinto, pero antes de empezar a visitar la ciudad decidimos ir a comer, pues estábamos hambrientos de tanto caminar.

Tras la comida recorrimos el Muelle de la Compañía Rio Tinto, patrimonio y parte importante de la historia de la ciudad, fue construido en 1874 para la descarga de los minerales de la compañía Minas de Riotinto y clausurado en 1975, estando en servicio casi 100 años, en el año 2007 lo restauraron para el uso y disfrute de los ciudadanos de Huelva. Durante el paseo por su magnifica estructura nos adentrarnos siguiendo su gran pasarela en plena desembocadura del Río Odiel, a sido una gran idea la de mantener esta maravilla de la ingeniería.

En el embarcadero del muelle de levante encontramos un inmenso velero de tres palos amarrado que aceptaba visitantes, pero no nos apeteció, así que seguimos hacia el centro de la ciudad.
Llegamos a la plaza de la Merced donde visitamos la Catedral de la Merced o Catedral de Huelva construida por orden de Alonso Pérez de Guzmán el Bueno en el siglo XVIl , con una preciosa portada en estilo barroco.

Siguiendo por la zona peatonal llegamos a la plaza de San Pedro encontrándonos con la preciosa Santa Iglesia Parroquial Mayor del Apóstol San Pedro, frente a la cual hay una estatua en honor a Don Manuel González García, arcipreste de Huelva.

Recorridos unos 500 metros llegamos , la plaza de la Monjas, donde se encuentra una estatua de Cristóbal Colón frente al Convento de las Madres Agustinas, toda esta zona peatonal esta repleta de encantadoras casa señoriales que bien merecen observarlas con detenimiento.

Punta Umbría
Emprendimos el camino de regreso hacia donde teníamos aparcado el coche, para posteriormente, dirigirnos hacia Punta Umbría, la idea era encontrar la casa donde vivió una de nuestras amigas que nos recomendaron viajar a esta zona de España. Aprovechando la luces del atardecer recorrimos el paseo marítimo de Punta Umbría viendo las barcas de pesca mecerse con el vaivén de las olas.
Finalizamos el día recorriendo la amplia playa de Punta Umbría, viendo la puesta de sol desde la arena.
Sexto día – Moguer / Barcelona
Este día lo destinamos a recorrer los 1000 kilómetros que teníamos por delante para llegar a casa, además pillamos algunos tramos con bastante tráfico y en ocasiones quedando totalmente detenidos, así que el regreso se prolongó más tiempo del calculado.
Nos encantó Huelva y sus alrededores, siempre es un placer viajar por tierras andaluzas, donde se come excelentemente, a buen precio, viendo preciosos paisajes y encantadoras poblaciones.
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