Era un sábado de otoño que amaneció muy soleado, realmente era un día espléndido, esos días que apetece aprovecharlos en alguna excursión cercana, así que pensamos que sería un día ideal para acercarnos a la comarca de Maresme para visitar el Castillo de Santa Florentina, el cual se ha hecho muy famoso gracias a la serie de Juego de Tronos, como lo decidimos sin planearlo previamente confiamos en que habrían entradas libres, además salimos bastante tarde, sobre las once y media de la mañana.
Sin pensarlo demasiado pusimos rumbo a Canet de Mar , que es donde está situado el castillo, como hay unos 60 kilómetros tardamos poco más de media hora en llegar, como sucede a menudo las indicaciones son escasas y llegado a cierto punto confusas.
Para llegar al castillo hay que subir por el «camí de Canet de Mar», hay un momento en que la calle asfaltada se convierte en camino de tierra, unos doscientos metros más adelante, una vez se ha pasado bajo el puente de la autopista, hay un aparcamiento a la derecha donde se puede aparcar perfectamente muy cerca de la entrada al castillo, en nuestro caso, como no encontramos las indicaciones finales, al llegar al camino de tierra giré a la derecha siguiendo el asfalto y aparcamos inmediatamente.
Fuimos caminando hasta la entrada del castillo, que en ese momento estaba cerrada, en el lateral de la reja de entrada hay un cartel con los horarios con un teléfono, llamamos y nos dijeron que estaban comiendo , pero que si íbamos a las dos del mediodía podríamos entrar sin problema a la visita con audioguia, normalmente abren solo cinco minutos antes de cada visita y cierran enseguida porque es una finca de propiedad privada.
Para hacer tiempo nos dirigimos andando hasta el Santuario de la Madre de Dios de la Misericordia, un precioso y sorprendente santuario construido en 1852 gracias al dinero y las aportaciones gratuitas de trabajo propio de los ciudadanos de Canet de Mar, también contribuyeron los que habian hecho fortuna en las américas en aquellos tiempos, ampliando el santuario a tal como es ahora, recibiendo el nombre de Santuario en 1907.
Visitamos su magnifico interior, recorriendo sus escalinatas, subiendo por un lado hasta llegar a la virgen y bajando por la escalera contraria, disfrutando de sus preciosas vidrieras.
Justo al lado del Santuario se sitúa el «restaurant del santuari«, un edifico modernista diseñado por el famoso arquitecto Josep Puig i Cadafalch, en cuya fachada se pueden apreciar los símbolos de los cuatro evangelistas junto a los escudos de Canet de Mar y el de Cataluña, una vez dentro en el comedor nos encontramos con los ornamentos cerámicos típicos del modernismo, el edificio tiene un cierto parecido a «La Casa del les Punxes» de Barcelona, en su frontal hay un jardín con una terraza ideal para tomar un vermut.
En previsión de que al salir de la visita del castillo pudiéramos comer en este encantador restaurante, reservamos una mesa y fue una gran idea ya que estaba casi todo reservado. Aquí dejo el enlace para reservar : http://restaurantelsantuari.com
Iba siendo la hora de la vista del castillo, así que regresamos hacia la reja de entrada del jardín, la cual ya estaba entreabierta, por lo que optamos para pasear un poco por los jardines, con la maravillosa imagen del castillo de fondo.
Justo 5 minutos antes de la vista apareció una amable guía que nos acompaño hasta las taquillas para comprar la entrada e iniciar la visita, aquí os dejo su pagina web por si queréis adquirir las entradas con antelación : https://castelldesantaflorentina.com/
Las visitas se inician a las 10 h. de la mañana hasta las 16 h. de la tarde, pero varían dependiendo de los días, por lo que recomiendo consultar los horarios en la web.
Por lo que nos contaron, el castillo lo construyeron sobre una antigua villa de la época romana, en el siglo XI paso a ser una masía fortificada y a finales del siglo XIX el propietario Ramón de Montaner i Vila, un empresario editorial encarga a su sobrino el famoso arquitecto Lluís Domènech i Montaner la restauración de la fortificación antigua y una ampliación, construyendo una residencia palacio de 3000 metros cuadrados con estilo de castillo medieval con toques románticos. El nombre se lo debe a que trajeron una reliquia de Santa Florentina a su capilla. También nos contaron que pasó unos días en el castillo el rey Alfonso XIII. El Castillo lo heredaron las nietas del propietario Doña Mª Teresa y Doña Florentina, quedándose una parte del castillo cada una, pero lo que se visita actualmente es la parte ampliada y construida por Domènech i Montaner que se vendió a un grupo inversor ruso.
La zona antigua del castillo no se visita porque es vivienda privada de la otra heredera.
El Castillo se ha hecho mundialmente famoso por aparecer en la serie de HBO Juego de Tronos, como residencia de La Casa Tarly, sinceramente en nuestro caso que vivimos relativamente cerca, si no llega ser por la serie no lo hubiéramos conocido tampoco.
La visita se inicia en la entrada principal con su puerta de entrada flanqueada por dos leones, siguiendo por su precioso patio en el que nos encontramos con las escaleras de acceso al primer piso, las cuales se pueden ver varias veces en la serie, estas dan acceso a una inmensa terraza con unos preciosos arcos de un claustro que fueron adquiridos de una abadía, ya en el interior visitamos varias estancias, destacando el salón del trono, que en este caso no tiene nada que ver con la serie de Juego de Tronos, sino que situaron un trono que fabricaron especialmente para la visita del rey Alfonso XIII, por lo visto una de las nietas de los propietarios se lo vendió a unos anticuarios, prendiéndole totalmente la pista .
El recorrido tuvo una duración de poco más de una hora, con la audioguia y siempre acompañados por la amable guía que nos respondía a todas nuestras dudas, aparte de controlar que no hiciéramos ninguna imprudencia que pudiera dañar alguna de las piezas.
Una visita muy recomendable a este encantador castillo, que si bien no es muy grande, tiene muchísimo encanto.
Al salir tal y como teníamos reservado, nos fuimos a comer al restaurante del Santuario, donde disfrutamos de una comida tradicional de la zona, disponen de un menú que ronda los veinte euros.
Entre una cosas y otras ya eran las 16:30h. de la tarde, decidimos terminar el día visitando los jardines del Castillo Jalpí en Arenys de Munt, una casa señorial que Don August Borràs i Jalpí y Doña Sofía de Algorta y Albaroa, en 1895 convirtieron en Castillo, gracias a su poder económico, el cual, lo pudieron diseñar a su pleno capricho, pero pasados los años y debido a disputas familiares entre la viuda y su hijo por la administración de la fortuna, el castillo cayó en declive hasta que en 2004 el grupo SERHS lo recupero y restauró, principalmente para celebración de bodas y eventos variados.
En poco minutos, llegamos a Arenys de Mar donde cogimos la carretera hacia Arenys de Munt y justo en la salida del primero hay una rotonda con una especie de arco de triunfo que da paso a la entrada a una urbanización y a los jardines.
En aquellos momentos el Castillo estaba cerrado, pero igualmente pudimos disfrutar de un bucólico paseo por los alrededores del lago con sus magnificas vistas al Castillo, tal y como podéis apreciar en las fotografías.
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Links de interés :
Castillo de Santa Florentina : https://castelldesantaflorentina.com/
Restaurante del Santuario : http://restaurantelsantuari.com
Castillo Jalpí : https://www.castell-jalpi.com/
Santuario : https://www.canetdemar.cat/document.php?id=2823&idioma=es
Canet de Mar : https://canetdemar.cat/
Arenys de Munt : http://www.arenysdemunt.cat/
Arenys de Mar : http://www.arenysdemar.cat/