Dos días en la capital de Lituania
La visita a Vilna formaba parte de nuestro viaje por los Mercados de Navidad de las Repúblicas Bálticas, la ciudad es la capital de Lituania, con más de 600.000 habitantes, está situada en el sudeste del país y a solo 30 kilómetros de la frontera con Bielorrusia, un vecino algo incómodo por su alineación con Rusia, mientras que las Repúblicas bálticas intentan cada vez depender menos de Rusia, precisamente no hace mucho se desconectaron de la red eléctrica rusa conectándose a la red eléctrica de la comunidad europea.
Cómo llegar a los Vilna
Para llegar a Vilna, lo ideal es ir estudiando los mejores precios de los vuelos durante unos días, teníamos bastante claro que queríamos un vuelo directo, así que nosotros al salir desde Barcelona, elegimos el vuelo directo con la compañía Wizz, pagando el extra de una maleta facturada para la ropa de invierno, de la cual nos cobraron un dineral, pero preferíamos ir cómodos.

Dónde alojarse en Vilna
Vilna dispone de más de 355 alojamientos según la app de Booking, por lo que no tendréis problema en encontrar el que más os encaje. Nosotros nos alojamos en el Holiday Inn Vilnius, an IHG Hotel, un hotel de estilo moderno de 4 estrellas, buenas habitaciones, dispone de bar y restaurante donde cenamos una noche aunque a un precio algo alto. Pese a que su ubicación es en el distrito de negocios, está bastante cerca del centro histórico, unos 15 minutos aproximadamente andando, está a 8 kilómetros del aeropuerto internacional y a 5 km de la estación de trenes y de autobuses de Vilna.
El hotel Holiday Inn Vilnius, está situado en el distrito de negocios, pero solo a 15 minutos andando del centro histórico, su decoración es moderna, dispone de bar, restaurante y aparcamiento con suplemento.




Cómo moverse por Vilna
A pesar de que es una ciudad de tamaño mediano, la zona histórica visitable es suficientemente pequeña para recorrerla toda andando, además la gran mayoría de calles son peatonales.
Seguro de Viaje
Antes del viaje contratamos un seguro básico con anulación en Seguros de viaje Iati, es muy recomendable en los viajes disponer de un buen seguro. Os dejo abajo el enlace donde disponéis de un descuento del 5% en la contratación de vuestro seguro:

Teléfono y datos móviles
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Un poco más de información :
Moneda: Euro (EUR). Al estar en la Comunidad Europea utilizan el Euro como forma de pago .
Cuando ir : Su clima es bastante frío en invierno y agradable en verano, pudiendo visitarla en cualquier época.
Documentación y visados : Al estar en la Comunidad Europea tan solo con el D.N.I. podemos entrar en el país.
Tarjetas: Aceptadas en todos lados VISA, MASTERCARD, etc..
Teléfono: funcionan perfectamente en todo el país siempre que estén activados al roaming, los precios son los mismos que en España.
Internet: hay Wifi en todos los hoteles y restaurantes.
Seguridad: país totalmente seguro, tomando la precauciones básicas en las zonas muy concurridas, pero nuestras sensaciones fueron de total seguridad.
Vacunas: No hay ninguna obligatoria.
Electricidad: voltaje de 230 Voltios, los enchufes son el tipo F, igual que en España.
Vilnius
Salimos de aeropuerto de Barcelona con la compañia aérea Wizzair a las 20:10h, previa facturación de nuestra gran maleta y del correspondiente control del equipaje, a pesar de que la medidas de la mochila debían ser del tamaña de Ryanair, fueron bastante laxos con este tema, pues algunos pasajeros llevaban mochilas que superaban de largo la medida exigida.
Tras unas tres horas y media de vuelo, aterrizamos en Vilna poco antes de la una de la madrugada hora lituana. Recogimos la maleta que habíamos facturado, dirigiéndonos hacia la salida donde ya nos estaba esperando el transporte que teníamos contratado para llevarnos al hotel Holiday Inn Vilnius, que estaba a solo 15 kilómetros, a esas horas de la madrugada en un cuarto de hora estábamos en la recepción.
Visita a Vilna
Teníamos el desayuno incluido en el hotel, así que tras el mencionado desayuno, bajamos a recepción para encontrarnos con el que sería nuestro guía de la ciudad, se llamaba Ricardas.
La ciudad de Vilna, es la capital de Lituania, conocida por su arquitectura barroca y su casco histórico medieval, con adoquinadas calles y una gran cantidad de iglesias.
Iglesia de San Pedro y San Pablo
La primera visita que hicimos fue la de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, situada frente a la Plaza de Juan Pablo II, en el barrio de Antakalnis. El templo fue construido en estilo barroco tardío, iniciando su construcción el año 1668 y finalizada el año 1701 por encargo del duque Michał Kazimierz Pac. Los arquitectos encargados de la obra fueron Jan Zaor y GIovanni Battista Frediani.





En su interior pudimos admirar una gran variedad de trabajos en estuco, destacando el elaborado pulpito y la vertiginosa cúpula situada en el cruza de la nave central y el transepto.
Monumento del Grand Duke Gediminas
Finalizada la visita de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, nos dirigimos hacia la plaza de la catedral donde contemplamos el Monumento del Grand Duke Gediminas, considerado el fundador de la ciudad de Vilnius, le erigieron este monumento en su honor el año 1996 según diseño de los escultores Vytautas Kašuba y Mindaugas Šnipas.

Siguiendo los designios de un sueño, construyó el castillo a orillas del río Vilnia fundando a su alrededor Vilnius, era conocido como el Gran Duque de Lituania, designando Vilnius como la capital de la nación durante un corto periodo de tiempo.
Catedral de Vilna
Entramos a visitar el interior de la Catedral, principal iglesia católica del país, el actual edificio fue edificado en el siglo XVI, sobre la ruinas de sus antecesoras catedrales destruidas por incendios. Dicha remodelación corrió a cargo del arquitecto lituano Laurynas Gucevičius, dándole el estilo neoclásico en las fachadas.

En el año 1529 fue coronado en esta catedral Segismundo II Augusto I Jagellón, como Gran Duque de Lituania. La catedral ha sido declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.

De su interior destacan los frescos en las paredes obra de Michelangelo Palloni y su altar con decoraciones en estuco del escultor Pietro Perti.




En el exterior sorprende su campanario construido separado del edificio principal con sus 50 metros de altura donde se puede subir previo pago de 5€, pero en mi opinión son mejores las vistas desde la Torre de Gediminas.
Palacio de los Grandes Duques de Lituania
Justo al lado de la catedral pudimos ver el Palacio Real, construido en el siglo XV por orden del Gran Duque de Lituania, Alejandro I Jagellón , el edificio original fue destruido en 1801 y reconstruido en 2002, aunque las obras no finalizaron hasta el año 2018.

Palacio Presidencial
Dejamos atrás la plaza de la catedral para subir por la calle Universidad, pasando frente el Palacio presidencial, sede de la oficina oficial del Presidente de Lituania desde el año 1997.

El palacio fue construido en el siglo XIV, cuando Jagellón, más conocido como Vladislao II de Polonia y Gran Duque de Lituania, donó los terrenos al Obispo de Vilna, Andrzej Jastrzębiec, para construir su residencia.
Durante la tumultuosa historia del Vilna desde el siglo XVI al siglo XX, el palacio fue destruido y reconstruido varias veces, siendo la residencia de obispos, zares, emperadores y reyes. Entre ellos, el Emperador Napoleón, y el Zar Alejandro I. La última reconstrucción corrió a cargo de el arquitecto de San Petersburgo Vasily Stasov en el año 1834.
Universidad de Vilna
Llegamos a las puertas de la universidad para visitarla, considerada la más antigua de los países bálticos. La entrada tiene un precio de 2€.

Iglesia de San Juan Bautista
El primer edificio que visitamos en la universidad fue la iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XV tras 40 años de obras, siendo donada a los jesuitas en el siglo XVI para ser utilizada como parte de la universidad, durante la época soviética fue utilizada de almacén. En la actualidad vuelve a ser utilizada por los feligreses para sus plegarias, incluso estuvo de visita el Papa Juan Pablo II a finales del siglo XX.



En el exterior destaca su campanario con sus 68 metros de altura, el cual se puede visitar previo pago de una módica entrada y su fachada de estilo barroco.



Además de la iglesia visitamos los patios, como el Patio Mayor y el Patio del Observatorio, dejándonos en el tintero la visita a la Biblioteca fundada por los jesuitas y a la Facultad de Filología que son muy recomendables.




Fuimos recorriendo varias callejuelas del centro histórico, encontrando encantadores lugares para fotografiar.
Iglesia de Santa Ana
Siguiendo con nuestro paseo por el centro histórico pasamos frente a la la encantadora Iglesia de Santa Ana, con una fachada de obra vista roja, fue construida en estilo gótico a finales del siglo XVI sobre los restos de una antigua iglesia de madera que fue destruida por un incendio.

Una anécdota curiosa es que, Napoleón Bonaparte quiso llevarse esta iglesia a París, tras la invasión napoleónica de Rusia.
La parte trasera de la Iglesia de Santa Ana está adosada a la Iglesia de San Francisco de Asís y Bernardino de Siena, también construida en estilo gótico, data de finales del siglo XV.
Iglesia Ortodoxa de Paraskeva
Subiendo por la calle Didžioji, llegamos hasta esta iglesia ortodoxa frente a la cual nos encontramos con un pequeño mercadillo, la iglesia fue construida en el siglo XIV por encargo de María Yaroslavna de Vitebsk, primera esposa de Algirdas Gran Duque de Lituania, quien posteriormente fue enterrada allí en 1346.

Su pequeño tamaño junto con el exterior pintado en colores rosados le confiere cierto encanto muy fotogénico.
He leído que en esta iglesia realizó sus plegarias Pedro el Grande de Rusia y bautizaron al general Gannibal (Abram Petrovich Gannibal), hijo adoptivo africano de Pedro el Grande, que fue el bisabuelo del poeta Aleksandr Pushkin.
Plaza del Ayuntamiento
Subiendo por la calle Rotušės llegamos a la Plaza del Ayuntamiento, en la que tenían instalada una pista de patinaje sobre hielo durante las fiestas de Navidad.


El edificio del imponente Ayuntamiento actual fue construido en 1799 en estilo neoclásico, según diseño del arquitecto lituano Laurynas Gucevičius. Se pueden visitar sus sótanos que datan del antiguo edificio de estilo gótico.

Alrededor de la plaza se reúnen una gran cantidad de bares y restaurantes.
Iglesia de San Casimiro
En nuestra ruta pasamos frente a la bella Iglesia de San Casimiro, construida en estilo barroco en 1604, siendo consagrada por el obispo de Vilna, Benediktas Vaina en 1635, con su caribeña fachada de color rosa.

Está dedicada actualmente al patrón de la ciudad, aunque tuvo un pasado bastante ajetreado, siendo católica, pasó a ser ortodoxa, en la época sovietica fue museo del ateísmo y volviendo finalmente al culto católico.


Pasamos por la plaza donde fotografiamos la estatua del Doctor Jonas Basanavičius, activista y defensor del Renacimiento Nacional Lituano.
Portón Basiliano
Para llegar hasta la siguiente visita pasamos por el Portón Basiliano, una puerta monumental de estilo rococó.

Iglesia ortodoxa del Espíritu Santo
Antes de llegar a la Puerta del Alba, visitamos la sorprendente Iglesia ortodoxa del Espíritu Santo, su exterior está pintado con color rosa y blanco con sus cúpulas rosadas. Fue construida en 1750 en estilo barroco, según diseño del arquitecto alemán Johann Christoph Glaubitz.


Su colorido interior en verde intenso, hace destacar los marcos de los Iconos y las lámparas doradas, con detalles en estilo rococó. Frente al altar reposan en un relicario los restos de tres santos mártires.

Puerta del Alba
Nos acercamos hasta la Puerta de entrada a la antigua ciudad de Vilna, fue construida en 1503 formando parte de la muralla defensiva de la ciudad, dicha puerta daba acceso al camino que llevaba a la aldea de Medininkai, actual Varniai, al sur de Vilnala.

Es la única puerta que queda en pie de las diez puertas de la ciudad, las demás fueron destruidas en el siglo XVIII.
Iglesia Santa Teresa
Para acceder a la capilla de la Puerta del Alba entramos por la Iglesia Santa Teresa, construida en 1760 sobre los restos de una capilla de madera edificada por las carmelitas descalzas de Lublin en 1627.


Una de las donantes más destacadas para su construcción fue la princesa Luisa María de Francia, hija de Luis XV de Francia, y María Leszczynska.

La última restauración data del 1829, cuando se le añadió la galería neoclásica que conecta con la capilla de la Virgen Milagrosa en la puerta del Alba.
La capilla de la Puerta del Alba
A través de la galería que comunica con la iglesia, llegamos a unos de los lugares más venerados, la capilla de la Virgen Milagrosa, que data del siglo XVI.

La capilla de la Puerta del Alba contiene un icono de la Santísima Virgen María, Madre de la Misericordia, de la que se dice tiene poderes milagrosos, precisamente cuando la visitamos habían varios feligreses orando frente a ella.

Uno de los eventos más destacados de las ultimas décadas, fue cuando el papa Juan Pablo II rezó el rosario en la capilla de la Puerta del Alba en el año 1993.

Como habéis podido comprobar a la ciudad de Vilna no le faltan iglesias, por algo se la conoce como la Ciudad de las Iglesias, según he podido averiguar tiene cerca de 30, lo que hace que sea una de la ciudades con una proporción más alta de iglesias por habitante de Europa.
Etno Dvaras Restaurant
Al salir de la capilla de la Puerta del Alba dimos por finalizadas las visitas de la mañana, paseando un poco más por las callejuelas del casco histórico, dirigiéndonos hacia el restaurante que habíamos elegido para comer, que fue el Etno Dvaras, situado en la calle Pilies, 16, en la calle que lleva de la plaza del ayuntamiento a la plaza de la catedral.

Para comer elegimos varias especialidades típicas lituanas, como los cepelinai, unos ñoquis o dumplings de puré de patata rellenos de carne recubiertos de salsa ( se llaman así porque su forma parece de un zepelín).









Comimos excelentemente, uno de los platos que más me sorprendió fue la sopa de setas, que me la trajeron en el interior de una gran magdalena de pan, estaba deliciosa. Considero es un restaurante muy recomendable.
Web : https://etnodvaras.lt/
Menú: https://etnodvaras.lt/en/valgiarastis/
Torre de Gediminas
Tras la deliciosa comida, salimos en busca de más lugares a visitar, pusimos rumbo hacia la plaza de la catedral, que es desde donde sale el camino para llegar a la Torre de Gediminas, lástima que en ese momento estaba en obras, así que tuvimos que realizar un pequeño rodeo para subir por el lateral.

Al llegar arriba nos dimos cuenta de que había un funicular que subía por la parte de atrás, tiene un precio de 3€ el billete de ida y vuelta o 2€ solo ida.


La torre octogonal de ladrillo rojo está situada en lo alto de una colina del mismo nombre, siendo uno de los símbolos de la ciudad, formaba parte de la antigua fortaleza de defensa de la ciudad.




A pesar de que se puede visitar su interior, donde hay un pequeño museo, previo pago de 8€, lo mejor de subir a la colina es disfrutar de las estupendas vistas.
Colina de las 3 Cruces
Frente a la Colina de Gediminas se encuentra la Colina de las 3 Cruces donde se puede subir por un camino y unas escaleras, para obtener otra visión desde las alturas. Las cruces originales eran de madera y fueron construidas en el s. XVII. En 1916 se hicieron de hormigón. Durante los años de dominio soviético fueron derruidas y vueltas a reconstruir en 1989.

Parque Bernardino
Al descender de la colina, paseamos por los Jardines Bernardinos, situados junto al río Vilnia, cerca del Monasterio de de los monjes Bernardinos, sus orígenes datan del siglo XV.


Aunque en diciembre los jardines no ofrecen su mejor versión, se pueden ver varios arboles centenarios y algunas decoraciones navideñas.
República de Uzupis
Siguiendo la orilla del río, llegamos a la República de Uzupis, un barrio muy curioso de la ciudad, pues resulta que en abril de 1997 una comunidad de artistas proclamaron su independencia de Vilna, coincidiendo con el «April Fools» (Día de las bromas).

En ella nos encontramos con numerosas galerías de arte, murales en las paredes y bastantes cafeterías, además de varios puentes repletos de candados.

Subimos por unas escaleras que nos llevaron a la calle Jono Meko skersvėjis, acercándonos hasta la plaza de Užupio skveras, descendimos la calle Uzupio para ver en la Plaza Užupis, el cerdo de Uzupis y el Angel de Užupis.




Giramos a la derecha hasta llegar a la Plaza Tibet, decorada con las banderas tibetanas, visitamos la Librería Keistoteka y salimos del barrio por el puente Bernardinų tiltas y volvimos a entrar al barrio por el puente Užupio tiltas, recorriendo la calle Paupio, donde hay escrita la constitución de Uzupis en varios idiomas, un lugar curioso e interesante a visitar.

De regreso al centro realizamos la visita nocturna con las iluminaciones navideñas de la ciudad, pasando por el ayuntamiento y las callejuelas aledañas.
Calles Pilies y Didžioji
Las calles principales mejor iluminadas son la Calle Pilies, la más larga de la ciudad, que fue donde estaba el restaurante donde almorzamos y la calle Didžioji, la que lleva a la plaza del ayuntamiento donde hay los edificios más hermosos.


Aunque a mi personalmente me encantó la callejuela llamada Stiklių, donde al ser más estrecha, la iluminación tenia más encanto.


Precisamente en esta calle Stiklių, nos encontramos con una placa conmemorativa del genocidio sufrido tras la segunda guerra mundial por los lituanos de Vilnus, durante el dominio soviético, hay el Museo de las víctimas del Genocidio, en el edificio que fuera la sede de la Gestapo y del KGB.

Mercado Navideño
Una vez en la Plaza de la catedral, recorrimos el Mercado Navideño que era uno de los objetivos del viaje, aunque hay que reconocer que tiene su encanto, pero no se puede comparar con los de Alsacia.








Lugar ideal para degustar la gran variedad de dulces y pretzels locales que ofrecen, así como la de beber el famoso vino caliente, al cual me apunté sin dudarlo.
Avenida Gediminas
Para regresar hacia el hotel, subimos por la comercial Avenida Gediminas, repleta de variadas tiendas y restaurantes, en ella pudimos ver los edificios del Parlamento de Lituania, el Teatro Nacional, el del Consejo científico, el Banco de Lituania y la Academia de Música entre otros.




Llegamos hasta la Plaza del poeta lituano Vincas Kudirka, con su monumento conmemorativo en el centro, siendo un referente de la literatura lituana contemporánea y creador del himno del país.

Gediminas fue el fundador del Gran Ducado de Lituania transformándolo en un Gran Imperio incorporando el amplio territorio del Rus de Kiev .
Hasta aquí nos dio el tiempo para ver la ciudad de Vilna, está claro que en un solo día no se puede conocer a fondo ninguna ciudad, quedándonos en el tintero varias visitas, como la opcional, que nos ofrecieron pero no nos interesó, del Castillo de Trakai pues preferimos seguir visitando Vilna, o visitar el Museo Nacional de Lituania, también nos faltó ver el Bastión de Vilna, que formaba parte de la antigua muralla defensiva situada cerca del Parque Kūdrų que tampoco visitamos.

En una zona más apartada del centro, también se puede visitar la torre de TV, la más alta de Lituania, con 326 metros.
Hay que tener en cuenta que en invierno los días son más cortos por lo que disponíamos de menos tiempo útil para recorrer los parques de la ciudad.




Cenamos en el restaurante del hotel, que ofrecían un menú correcto a un precio algo alto, pero no excesivo.
Alrededores de Vilna
Kaunas – Colina de las Cruces
Si tenéis previsto visitar Riga en Letonia, durante el trayecto podéis visitar Kaunas por la mañana y la Colina de las Cruces después del almuerzo.

Una vez llegamos a Kaunas, aparcamos en un centro comercial situado en las cercanías del castillo de Kaunas que fue la primera visita.
Qué ver en Kaunas en una mañana
Castillo de Kaunas
Llegamos al castillo por su acceso este, donde se encuentran una letras gigantes con el nombre de la ciudad aprovechando a hacernos unas fotos frente a ellas.


El castillo fue construido originalmente en el siglo XIV, en estilo gótico, para la defensa del territorio desde su posición privilegiada a orillas de la confluencia de los rios Nemunas y el Neris.

Destaca su gran torre circular en ladrillo rojo formando parte de la muralla, una imagen muy simbólica de Kaunas. En la zona del foso pudimos ver las gradas desde donde se puede disfrutar de conciertos en la épocas de primavera y verano.
Monasterio e Iglesia de San Jorge Mártir
Situada justo al lado del castillo de Kaunas, visitamos esta iglesia dedicada a San Jorge Mártir (Jurgis Kankinis), fue construida en el siglo XV en estilo gótico tardío




El interior es bastante austero, por lo visto todas las decoraciones góticas monumentales fueron destruidas, solo han sobrevivido el altar de madera y algunas imágenes de mártires franciscanos. Hay que tener en cuenta que durante la era soviética apenas tenían mantenimiento estos edificios.
Plaza del Ayuntamiento
Siguiendo con nuestra ruta a pie por la ciudad llegamos a la plaza del ayuntamiento, con el inconveniente de que estaba en obras, con camiones arriba y abaja moviendo tierras, por lo que no pudimos verla en todo su esplendor.

Los edificios más importantes de esta amplia plaza son, el susodicho Ayuntamiento y la Iglesia de San Francisco Javier, aunque la fachadas con más encanto son las de las casitas frente al ayuntamiento, mayoritariamente de bares y restaurantes, pero que con las obras no ofrecían su mejor aspecto.



El edificio del ayuntamiento data del siglo XVI, destacando su alta torre de ocho pisos con 53 metros de altura, se le conoce como «el cisne blanco» por su forma y color que puede recordar al de un cisne, en él se celebran las ceremonias nupciales y otros actos oficiales.
Casa de Perkūnas
Descendimos en dirección al río por la calle Aleksoto, encontrándonos en mitad de la calle con la Casa de Perkūnas, una de las más antiguas de la ciudad, con su espectacular fachada, fue construida en estilo gótico en 1440 por los comerciantes bálticos de la Liga Hanseática, en el siglo XVI fue convertida en capilla por los jesuitas.

Tras su deterioro al pasar de los años, fue reconstruida en el siglo XIX convirtiéndola en una escuela y un teatro, durante las obras encontraron una figura del dios báltico del trueno llamado Perkūnas, actualmente la casa alberga el museo de Adam Mickiewicz.
Iglesia de Vytautas el Grande
Justo antes llegar a la orilla del río Niemen, nos encontramos con la Iglesia de Vytautas el Grande o Gran Duque Vytautas, fue construida en estilo gótico en el siglo XV por orden del Gran Duque.

Vytautas el Grande fue uno de los gobernantes más famosos del Gran Ducado de Lituania, encargó esta iglesia en agradecimiento a la Virgen María por haberle salvado la vida.

Paseamos a orillas del río para hacer algunas fotografías y regresamos hacia la calle peatonal Vilniaus Gatvė.
Catedral de San Pedro y San Pablo
Una vez en la calle Vilniaus Gatvė, visitamos la Catedral de San Pedro y San Pablo, inició su construcción en el siglo XV finalizándose en el siglo XVII, su estilo combina el gótico con el renacentista.




El interior fue renovado en el siglo XVIII por orden del rey Estanislao II de Polonia, quien financio dicha reforma, creando unas decoraciones barrocas muy vistosas en colores rosados y marfil, dispone de varias capillas en los laterales.
Calle Vilniaus Gatvė o Vilna
Uno de los lugares con más encanto de Kaunas es poder pasear por la calle peatonal Vilniaus Gatvė, la cual está flanqueada por hermosas casas, algunos edificios emblemáticos son el Centro Juvenil de la Archidiócesis de Kaunas y la iglesia dominica del Sacramento.





Durante el recorrido visitamos algunos de los comercios que íbamos encontrándonos, varios de ellos dedicados a la artesanía tradicional, hasta llegar a la gran avenida Laisvės alėja.
Gran Avenida Laisvės alėja
Dejamos la calle Vilniaus Gatvė girando hacia la derecha por la avenida Laisvės alėja o avenida de la Libertad también peatonal, si la anterior calle atravesaba todo el casco histórico, esta nueva avenida atraviesa la zona moderna finalizando en la iglesia de San Miguel Arcángel.

En esta avenida abundan las cafeterías y comercios de cadenas internacionales, en nuestro caso hicimos un pequeño receso en el parque Muzikinio Teatro.

Iglesia de San Miguel Arcángel
La Avenida Laisvės alėja desemboca en esta espectacular iglesia de San Miguel Arcángel, construida en 1895, durante el Imperio Ruso, en estilo neo-bizantino, para el culto ortodoxo, aunque actualmente está dedicada al culto católico. En la época de la ocupación soviética, se utilizó como galería de arte.

Museo de la Gran Guerra
Antes de emprender el regreso hacia el aparcamiento, pasamos frente al Vytauto Didžiojo Karo Muziejus o museo de Gran guerra, situado frente a la Plaza de la Unidad o Vienybės aikštė, donde también se puede ver el monumento a la Libertad o Laisvės paminklas.

En esta misma plaza hay varios monumentos conmemorativos, como la llama del fuego eterno o Amžinoji ugnis en honor a los soldados caídos en la guerra, la escultura Lietuvos mokykla o la escultura del sembrador de estrellas, una obra que se encuentra en la redes sociales tras la intervención artística de Morfai (artista de arte callejero), en la que ha aprovechado una antigua escultura de un campesino soviético realizada en bronce, transformándola en un sembrador de estrellas añadiendo unas estrellas en el muro que hay tras él con un efecto óptico pareciendo que está sembrando estrellas.

En este punto iniciamos el regreso hacia el autobús, pasando otra vez por la avenida Laisvės alėja, la calle Vilniaus Gatvė y la plaza del ayuntamiento.



Nos quedaron por ver varios monumentos interesantes, pero en una visita de solo medio día no da para más, algunos de los que no vimos fue la Basílica de la Resurrección de Cristo, se puede subir con el funicular (Žaliakalnio funikulieriaus viršutinė stotis) hasta la colina Zaliakalnis, el Fuerte Noveno del siglo XIX utilizado por ejercito nazi como campo de exterminio y en la época soviética como prisión, está situado a 10 kilómetros del centro o el Museo Žmuidzinavičius, un museo dedicado al demonio está situado detrás del Museo de la Gran Guerra, en el se exponen cerca de 3000 esculturas y tallas de demonios procedentes de todo el mundo.
Restaurante Pilies sodas
Para comer fuimos al restaurante llamado Pilies sodas, situado al lado del Castillo de Kaunas, en la calle Pilies, 12. Un lugar muy agradable y moderno, con buena comida tradicional a un precio correcto, un restaurante muy recomendable. Aquí os dejo el menú : http://piliessodas.lt/meniu/






Colina de las Cruces
Tras la comida proseguimos con el viaje en dirección a Letonia, realizando una parada en la tenebrosa Colina de las Cruces de noche, está situada a unos 10 kilómetros de la ciudad de Šiauliai.


Al llegar al centro de visitantes de la Colina de las Cruces estaban a punto de cerrar, aunque la colina está abierta las 24 horas, así que aprovechamos primero a entrar al centro para ver la tienda y visitar los aseos antes de que cerraran.

Como su nombre indica, se trata de una colina donde se encuentran instaladas más de 100.000 cruces, la cuales han sido colocadas a lo largo de los años por feligreses católicos. Según el guía, no se sabe exactamente cuando empezaron a instalar las primeras cruces, se dice empezó sobre el siglo XV, dicen que lleva tanto tiempo como que Lituania es católica. Aunque también hay la versión de que su inicio data del siglo XIX al instalarse cruces en honor a los lituanos muertos, de los que no pudieron recuperar sus cuerpos, durante la represión de los zares del Imperio Ruso tras la insurrección de 1831. Se intento destruir la colina durante la era soviética, pero los fieles volvían a erigir cruces en el mismo lugar una vez tras otra.

Accedimos al camino iluminado que nos llevaría hacia la colina, pero a mitad de camino apagaron las luces, por lo visto cuando cierran el centro de visitantes apagan las luces del camino, menos mal que hoy en día todos llevamos una linterna encima en el móvil, que si no, no se veía casi nada, por suerte el monumento seguía iluminado.

Una vez en la base de la colina, recorrimos todo el camino con escaleras que suben hacia la cumbre de la colina, flanqueados en todo momento por millares de cruces de todos los tamaños, algunas son enormes, la verdad es que visitar este lugar de noche resulta bastante tenebroso.

Descendimos por el otro lado de la colina recorriendo su perímetro por la base que seguía lleno de cruces por todos lados, hasta llegar a la ermita franciscana, instalada en el año 2000, desde donde tomamos algunas fotos y videos.




Nos comentaron que el Papa Juan Pablo II visitó la colina durante su estancia en Lituania en el año 1993.
Finalizada la visita pusimos rumbo hacia la frontera con Letonia, para dirigirnos a Riga.
Espero que os haya gustado el diario de nuestra Visita a Vilna. Recuerda si te ha gustado el diario dale a “me gusta” y si te parecen interesantes nuestros diarios de viajes haz clic en “Seguir”, muchas gracias.
Si te estás planeando realizar una Visita a Vilna y tienes cualquier pregunta no dudes en enviarme un mensaje e intentaré solucionarte cualquier cuestión.
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Un Poco de Info
Las que se conocen como Las Repúblicas Bálticas, es en referencia a los tres países situados a orillas del mar Báltico, de ahí el nombre, pertenecieron a la Unión Soviética del año 1940 hasta el año 1991, que fue cuando lograron su independencia.
Los actuales países son Lituania, Letonia Estonia, aunque esta última, se auto considera más un país nórdico por su similitud del idioma con el finés, en cambio las otras dos son más similares tanto cultural como lingüísticamente.